Ya está disponible en HBO Max Conversaciones entre amigos (2022) la nueva adaptación de un libro de Sally Rooney de la mano de Leanne Welham y Lenny Abrahamson, quien se había encargado también de la dirección de Normal People.
Esta nueva serie de BBC y Hulu prometía una nueva historia de amor para saciar la sed de los fans tras el éxito de Normal People. Pero ¿está a la altura? ¿Vale la pena verla? Estas son cuatro razones para darle una oportunidad:
¡Sin spoilers!
Ι Leer más: Normal People, La la land, y lo que Soul me enseñó de ellas
Algo diferente dentro de una misma atmósfera
Parece inevitable comparar Conversaciones entre amigos con la anterior y primera adaptación de un libro de Sally Rooney, Normal People, que enganchó y enamoró a fans de todo el mundo e impulsó, aún más, el fenómeno Rooney.
Con esta nueva adaptación ha habido muchas decepciones. Aunque las altas expectativas hayan jugado su papel, es comprensible la frustración de los seguidores con la serie, porque Conversaciones entre amigos no es más de lo mismo. Mientras en Normal People la química entre los protagonistas atravesaba la pantalla y todo parecía estar a flor de piel, en esta nueva serie las cosas son mucho más sobrias, más contenidas. Se repite el juego del amor/desamor que condena a los protagonistas al sufrimiento, pero desde un lugar más frío.
Frances (Alison Olvier), protagonista de Conversaciones entre amigos
Sin embargo, y a pesar de esa gran diferencia, hay algo que une a estas dos adaptaciones de Sally Rooney —seguramente, gracias a la mano de Lenny Abrahamson, director de ambas—. El ambiente, el color, las miradas, —el acento irlandés—. Algo visual y sensorial que las une más allá de una autora en común. Esa es la manera en que Conversaciones entre amigos ha conseguido mantener la coherencia con su antecesora. La sensación es de que, si se lleva a la pantalla ¿Dónde estás, mundo bello? —tercer libro de Sally Rooney—, podremos reconocerlo en una escena: ese ambiente lluvioso, esas mujeres tristes, ese cinismo, esa intimidad tan bien rodada.
Los distintos tipos de amor
Dentro de la serie hay tantos tipos de amor como personajes. No todos conciben las relaciones de la misma manera y eso es, en parte, lo que crea el conflicto principal. Bobbi sostiene teorías sesudas sobre la deconstrucción del amor romántico y la monogamia, Frances intenta entender qué papel juega en su propia relación y Nick siente una enorme inseguridad —«Solo intento ser la persona guay que crees que soy»—. Uno termina la serie pensando en lo complicados que pueden llegar a ser los vínculos cuando no se tienen las mismas ilusiones o el mismo sentido de la responsabilidad. En cualquier caso, quien vea Conversaciones entre amigos podrá encontrar un personaje con quien sentirse más identificado en su forma de amar y entender las relaciones.
Frances (Alison Oliver) y Bobbi (Sasha Lane) en Conversaciones entre amigos
El retrato generacional
Una de las claves de esta historia es que ocurre en la actualidad y refleja una historia de amor del siglo XXI. La inmediatez de las redes sociales puede hacer las cosas más fáciles pero también más difíciles. Conversaciones entre amigos exprime las posibilidades de que accedamos a las conversaciones por mensajería de Frances y podamos ver las diferencias entre su forma de relacionarse de forma virtual y presencial. Porque no nos relacionamos de la misma manera ni decimos las mismas cosas cuando la persona está delante o cuando hay una pantalla de por medio.
La serie también refleja lo rápido que cambian los tiempos y de cómo cada vez hay más diferencias entre generaciones consecutivas. Conversaciones entre amigos incide en la brecha generacional entre dos parejas que se llevan 10 años y ya tienen una concepción distinta de las relaciones y el amor.
El formato
Seamos sinceros, Conversaciones entre amigos no es mucho más que, efectivamente, conversaciones entre amigos. Son 12 capítulos en los que no ocurren demasiadas cosas más allá de charlas en bares, por teléfono y por mensaje. Hay acción, claro: sobre todo recitales, fiestas, hospitales y sexo. Pero el grueso de la serie son palabras y silencios.
Frances (Alison Oliver) y Nick (Joe Alwyn) en Conversaciones entre amigos
La serie es lo contrario a una vorágine de emociones: no hay mucho movimiento, ni grandes puntos de giro, ni cliffhangers. Y quizá esa sea su mayor virtud. Hay capítulos en los que pasa una sola cosa en torno a la que gira toda la trama, pero es que la vida es así. Tu crush te habla por Whatsapp y piensas durante un minuto qué contestarle. Y Conversaciones entre amigos te mantiene en ese minuto entero de espera, de duda. En ese momento de escribir un mensaje y no ser capaz de darle al botón de enviar y acabar borrándolo. En ese sentido, resulta agradable que BBC y Hulu se decidieran por un formato y un tono más propios del cine indie que de la televisión comercial.
👏👏👏👏