Hace unos días veíamos surgir nuevamente el argumento de que si tu trabajo te gusta de verdad, no te importa pasar en él 16 horas al día. Yo aún iría más lejos, ¿por qué no 24 horas? De hecho, si tanto te gusta tu trabajo, ¿a qué viene exigir que te paguen por hacerlo? Dejando de lado este debate de rabiosa actualidad zanjado hace más de 100 años, hoy es el día de la diversión en el trabajo y por fin lo celebramos como se merece, porque cae en sábado y no tenemos que ir. Mejor nos quedamos divirtiéndonos con estas pelis y series de comedia ambientadas en oficinas mejores que la nuestra.
The Office (Greg Daniels, 2005-2013)
¿Te imaginas una oficina en la que la persona al mando es la más incompetente? Este supuesto completamente ficticio que no hemos vivido ninguno de nosotros en absoluto es la premisa de The Office, la sitcom que primero se nos viene a la cabeza cuando pensamos en comedias de oficina. Una década después de su final seguimos volviendo a ese pequeño cubículo en Dunder Mifflin porque, por muchos años que pasen, no podemos evitar seguir queriendo al imbécil de Michael Scott como si fuera el primer día.
→ Disponible en Netflix, HBO Max y Prime Video.
Trabajo basura (Mike Judge, 1999)
A finales de los 90 podemos encontrar numerosas películas que denuncian su desencanto con la sociedad consumista y el estilo de vida tradicional norteamericano, Trabajo basura es de las pocas que lo abordan desde un tono cómico. El creador de Beavis y Butt-Head (1993-1997) y El rey de la colina (1997-2010) se sale por primera vez de la animación para adultos con una parodia del mundo laboral que vuelve a ironizar sobre el día a día de la gente de a pie.
→ Disponible en Disney+.
El apartamento (Billy Wilder, 1960)
Probablemente nadie odie tanto a su jefe como C.C. Baxter. Jack Lemmon interpreta a un pusilánime empleado que deja las llaves de su apartamento a su superior para ganarse un ascenso. El resultado es una de las mejores comedias románticas que hemos visto sobre dos almas solitarias que se encuentran, de todos los sitios posibles, en el ascensor de una oficina.
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→ Disponible en Filmin.
Silicon Valley (Mike Judge, John Altschuler, Dave Krinsky, 2014-2019)
Si esta serie se hiciera en 2023 con lo que sabemos hoy en día de los gigantes tecnológicos de la bahía de San Francisco tal vez sus personajes tendrían menos de niños prodigio y un poco más de sociópatas con privilegios heredados. Eso no quita que Silicon Valley sea una de esas sitcoms corales que tanto echamos de menos en el panorama televisivo actual por sus conflictos cotidianos y sus situaciones desternillantes.
→ Disponible en HBO Max.
El buen patrón (Fernando León de Aranoa, 2021)
Tuvimos que esperar casi 20 años para que el director y guionista de Los lunes al sol (2002) nos enseñara la otra cara del mundo laboral, tan hostil como la que vivían Santa, José, Lino y Ana. Esta vez Fernando León de Aranoa escoge un tono más desenfadado, pero igual de crítico y mordaz con lo que ve a su alrededor. Los empleados de esta fábrica de básculas son testigos impotentes de las armas de Julio Blanco para manipular y maltratar a una clase obrera insensibilizada ante su propia precariedad.
→ Disponible en Movistar+.
Parks and Recreation (Greg Daniels, Mike Schur, 2009-2015)
Haciendo esta lista nos asaltan dudas sobre qué podemos considerar exactamente una oficina. Una comisaría o un hospital encajarían en el subgénero de workplace comedy, pero la acción no sucede en una oficina propiamente dicha. ¿Y un ayuntamiento? A lo mejor tampoco, pero en Parks and Recreation se generan dinámicas que podemos ver en cualquier espacio laboral. Los creadores de la versión americana de The Office capturan la esencia de la comedia de oficina y la trasladan a la política local con un nuevo elenco de personajes tan entrañable como variopinto.
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→ Disponible en Prime Video y HBO Max.
Tiempos modernos (Charles Chaplin, 1936)
El genio Charles Chaplin firma una crítica al capitalismo que haría enorgullecer al mismísimo Karl Marx. Tiempos modernos transcurre en una cadena de producción que le sirve a Charlot para generar carcajadas a golpe de slapstick. Su visión del entorno laboral como un instrumento de deshumanización de los más débiles en beneficio de los poderosos convierte a la cinta en un hito en la historia del cine, no solo el de comedia.
Rockefeller Plaza (Tina Fey, 2006-2013)
Los nueve años que pasó en Saturday Night Live (Lorne Michaels, Dick Ebersol, 1975-) le sirvieron a Tina Fey para más tarde producir, escribir y protagonizar una sitcom que tiene lugar detrás de las cámaras de un programa de sketches. Rockefeller Plaza (30 Rock) hurga sin miedo en los aspectos más surrealistas del negocio del espectáculo al mismo tiempo que nos enseña lo parecidos que somos a aquellos que vemos en pantalla cuando los focos desaparecen.
Camera Café (Luis Guridi, 2005-2009)
¿Qué sería de una oficina sin su máquina de café? Un espacio donde socializar, contar anécdotas y echar pestes del jefe donde lo menos importante es precisamente el café. Utilizando la estructura de un programa de sketches, Camera Café consigue crear dinámicas entre personajes propias de una comedia de situación. Gracias a esto, lo que nos conquistó de la serie original pudo traducirse a la gran pantalla con el estreno de Camera Café, la película (Ernesto Sevilla, 2022).
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