El 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón desembarcó en la isla de Guanahaní, marcando para la eternidad la fecha del descubrimiento de América y omitiendo a toda la gente que la había descubierto antes y a toda la gente que ya vivía allí. La celebración del día de la Hispanidad lleva siendo polémica desde que tenemos uso de razón, por eso hoy nos apoyamos en el séptimo arte para entender algo mejor el encuentro entre culturas y el baño de sangre que se conmemora (o se lamenta) hoy.
También la lluvia (Icíar Bollaín, 2010)
Este ejemplo de cine hablando de cine nos lleva a Bolivia, donde un grupo de cineastas intentan rodar una película sobre la llegada de Cristóbal Colón al continente americano. El guion de Icíar Bollaín maneja con maestría la recreación de escenas de hace 500 años y su relación temática con conflictos de la actualidad haciendo una reflexión acerca del colonialismo, el privilegio occidental y la eterna lucha entre los poderosos y los oprimidos.
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Retorno a Aztlán (Juan Mora Catlett, 1990)
Viajamos al imperio azteca en los últimos años antes de la llegada de los europeos para un drama histórico contado íntegramente en lengua náhuatl. Se trata de una de las pocas películas que aborda la América precolombina y nos ofrece una interesante muestra de la cultura, costumbres y conflictos con los que lidiaban los pueblos aborígenes en un periodo que, por desgracia, conocemos muy poco.
Aguirre, la cólera de Dios (Werner Herzog, 1972)
Después de que los españoles conquistaran y saquearan las tierras incas, los locales oprimidos inventaron la leyenda de El Dorado, un mito sobre una ciudad repleta hasta los cimientos de oro en lo más profundo del Amazonas. Basándose en los diarios de Fray Gaspar de Carvajal, Werner Herzog relata el descenso a la locura de Lope de Aguirre, un megalómano con una insaciable sed de sangre en un delirio provocado por el hambre y la ambición desmedida interpretado de forma magnética por Klaus Kinski.
Apocalypto (Mel Gibson, 2006)
Un blockbuster de acción ambientado en los últimos días de la civilización maya. Apocalypto retrata una huida hacia ningún lado en defensa de unos valores avasallados por el miedo y la opresión. Mel Gibson, una figura polémica ya de por sí, aborda la conquista del imperio maya desde el punto de vista del invadido y no escatima en gore ni recursos propios del cine más comercial para contar una historia a caballo entre el rigor histórico y el espectáculo.
La ruta hacia El Dorado (Bibo Bergeron, Don Paul, 2000)
Dreamworks pone la nota de color en una lista que nos está quedando tal vez un poco lúgubre de más. El mapa de la legendaria ciudad de El Dorado llega a manos de dos buscavidas que se encuentran presos en la bodega del barco de Hernán Cortés. Una historia de aventuras y romance que, pese a dirigirse a un público infantil, no esconde la crueldad y la avaricia con la que los colonos españoles atracaron en el Nuevo Mundo.
Hernán (Amaya Muruzabal, 2019)
Una miniserie de ocho episodios, cada uno de ellos contado desde el punto de vista de alguien cercano al conquistador Hernán Cortés. Esta coproducción entre España y México con un presupuesto hollywoodiense mira con lupa al hombre que sometió a un imperio de guerreros en la cima de su gloria e hizo caer Tenochtitlán, la ciudad que hacía palidecer a las capitales europeas de la época.
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