Hoy hace 10 años se estrenaba el primer episodio de Juego de Tronos en HBO (David Benioff y D. B. Weiss, 2011-2019), la serie que cambiaría, paradójicamente, el juego para todas las demás.
Dos años después de su final —con el que se puede estar más o menos de acuerdo— seguimos recordándola y analizando a sus personajes. Jaime Lannister en particular es uno de mis favoritos, y para ilustrar su arco de transformación he realizado una lista de episodios donde, bajo mi punto de vista, se puede comprender bien el cambio que sufre durante las siete primeras temporadas:
A Jaime le cortan la mano - "El camino del castigo" (3x03)
Jaime toma una decisión que le cambiará la vida para siempre en este episodio: tendrá que decidir entre dejar que violen y abusen de Brienne —una persona a la que hasta ahora había despreciado— o intervenir, salvarla y pagar las consecuencias. Jaime actúa y elige la segunda opción, perdiendo lo más importante que tenía: su mano derecha.
Cuando ocurre esto, el espectador comprende que ha habido un Jaime de antes y un Jaime de después: Jaime, el mejor espadachín de los Siete Reinos, el más temido por todos, el Matarreyes, el Joven León… Pasa a ser Jaime, el Tullido. Sabemos que para él su mano es lo que le permite pelear y pertenecer a la Guardia Real, lo que le permite quedarse en Desembarco del Rey —sin casarse— y poder estar cerca de Cersei y de sus hijos. Su mano es lo único que consigue que su padre no lo mire con desprecio. Su mano es, en definitiva, Jaime Lannister. Y sin su mano, no es nadie.
Jaime le cuenta su pasado a Brienne - "Besado por el fuego" (3x05)
Este momento es uno de mis favoritos de toda la serie. Vemos a un Jaime que se desnuda ante Brienne —literal y metafóricamente—, exponiendo ante ella todos sus secretos y verdades. Jaime le confiesa: mató al Rey Targaryen porque este había enloquecido y quería destruir Desembarco del Rey con fuego valyrio. Puso en riesgo todo lo que le era valioso para salvar a un pueblo que, desde entonces, lo llamaría Matarreyes y jamás comprendería lo que hizo por ellos.
Jaime sufre una gran transformación en esta escena, ya que empieza siendo el desagradecido y desalmado Jaime de siempre, y acaba transformándose en un animal herido que solo quiere que le comprendan. Y esto es lo que consigue: tanto Brienne como nosotros sufrimos también una transformación respecto a Jaime: ahora lo entendemos todo y, en cierto modo, le redimimos de culpa. A partir de ahora Brienne le llamará Jaime, como él le pide que haga, y nosotros lo haremos también.
Jaime se despide de Brienne - "Guardajuramentos" (4x04)
En este episodio Jaime manda a Brienne a buscar a Sansa Stark. Esta es la promesa que le hizo a Lady Catelyn años atrás, la misma promesa que hizo Brienne. Buscando protegerla y cumplir su promesa, Jaime la envía armada y con una nueva espada —soldada a partir de la suya con acero valyrio— a buscar a la joven Stark.
Es por fin aquí cuando vemos que Jaime ha aceptado que siente afecto por Brienne. Desde que la conoce siente la necesidad de ser honrado y cumplir sus promesas, ya que sabe que es una de las cualidades que más valora Brienne. Por su parte, ella le ofrece la mejor de las recompensas: nombra su espada Guardajuramentos, dotando así a Jaime de un nuevo apodo que, por primera vez en su vida, le honra.
Jaime se enfrenta solo al dragón - "Botín de guerra" (7x04)
Jaime está al mando de un batallón Lannister que va a combatir en el campo de batalla contra Daenerys Targaryen. Daenerys y sus soldados van ganando por mayoría gracias a su dragón, y todos los hombres Lannister están ardiendo. Jaime, enfrentado a sus traumáticos recuerdos del Rey Targaryen queriendo quemar a todo Desembarco del Rey, toma, una vez más, una dramática decisión: se lanza hacia el dragón únicamente con su espada y su armadura, con la intención de matarlo.
Cuando Bronn lo salva y caen juntos a un lago, Jaime empieza a hundirse debido a su pesada armadura: este momento resulta increíblemente metafórico de la vida de Jaime, ya que su vida de Guardia y de soldado —su armadura— lo llevan hundiendo mucho tiempo, y Jaime se ha cansado de pelear. Se deja ir, y aunque vuelve a ser rescatado de nuevo por Bronn, su cambio ya ha ocurrido.
Jaime deja a Cersei y se dirige al Norte - "El dragón y el lobo" (7x07)
Esta escena actúa como perfecto cierre de arco de transformación del personaje: Jaime es alguien capaz de hacer cualquier cosa por amor. Lo ha demostrado numerosas veces con Cersei —cuando intenta matar a Brann—, pero también con sus actos con Brienne, o todas las veces que ayudó a Tyrion… La motorización del personaje de Jaime siempre ha sido el amor, ya fuese el tóxico hacia Cersei, el platónico hacia Brienne o el fraternal hacia Tyrion.
Es por todo esto que abandonar a Cersei en esta escena es tan importante y llamativo: por primera vez en su vida, no está eligiendo a Cersei, y en consecuencia, al amor que siente hacia ella. Tampoco decide acudir al Norte por el amor hacia Brienne o hacia Tyrion; realmente, en esta escena Jaime está decidiendo hacer algo que le complace a él mismo. Está decidiendo quererse a sí mismo y cumplir una promesa que sabe que le redimirá para siempre. Si no lo hiciera, se odiaría y jamás sería feliz. Y Jaime lleva, en este momento de la serie, muchos años intentando redimirse y ser feliz.
Y aún así, tras toda esta evolución que vivimos con él durante 7 años, en el final de la octava temporada y el final de la serie, Jaime vuelve al punto del que partió: decide regresar junto a su hermana y sufrir las consecuencias de todo eso que hace por amor. Es trágico, porque parece que no sirve de nada toda esa transformación de la que hemos hablado. Sin embargo, creo que podemos seguir disfrutando de su arco y de su historia aún conociendo ese trágico final, porque entendemos que es Juego de Tronos y que, realmente, pocos personajes van a recibir alguna vez un final feliz.