La nueva serie de Netflix Sombra y Hueso (Eric Heisserer, 2021) trata la historia de Alina Starkov, una chica huérfana que, tras pasar toda su vida sin ser especial, descubre que es la única persona capaz de destruir una sombra oscura y mortal que divide el mundo en dos. Con esta premisa, nos queda claro que esta serie —basada en los exitosos libros de Leigh Bardugo, publicados entre 2012 y 2014— trata uno de los temas más utilizados en las historias de fantasía para adolescentes: el Chosen One.
Avisamos: a partir de aquí se avecinan spoilers de la serie.
¿Nos hemos cansado del Chosen One, o es Alina la aburrida?
Alina no elige ser una Invocadora de Sol. Desde el principio, somos conscientes de que lo único que le importa verdaderamente es su amigo de la infancia, Mal. Nos dejan claro que, desde pequeños, lo han sido todo el uno para el otro: han compartido el dolor de ver a sus padres morir, los duros golpes del racismo que sufre Alina o del bullying que vive Mal, y siempre se han protegido el uno al otro frente a todo. Sin embargo, en uno de estos momentos en los que Alina se pone en peligro para proteger a Mal, descubre que su destino es otro.
Alina y Mal en el primer episodio de Sombra y Hueso (Netflix)
Ya hemos visto en la gran pantalla a lo largo de los años historias como esta. Alina comparte el título de “la elegida” con personajes tan conocidos como Harry Potter, Katniss Everdeen o Percy Jackson, entre otros. Asimismo, comparten también el planteamiento de sus tramas: el protagonista se ve envuelto en un viaje del héroe que lo empuja a intentar salvar el mundo —aunque sea en contra de su voluntad—, toma la decisión de aceptar su destino —tras dudarlo mucho—, y en el camino vive numerosas aventuras y se enfrenta a peligros de todo tipo. Dicho así, Sombra y Hueso debería tener todos los ingredientes para ser, cuando menos, entretenida. Sin embargo, en la serie, la fuerza del personaje de Alina se pierde nada más empezar: sus motivaciones cambian continuamente, y no parece tener una propia.
Alina y El Oscuro en el primer episodio de Sombra y Hueso (Netflix)
Todos los pasos que la ayudan a avanzar los da un poco al tuntún, siguiendo siempre el ritmo de otro tambor: al principio, decide arriesgarse y cruzar la Sombra porque quiere estar con Mal y teme por su vida; cuando por fin se descubren sus poderes latentes, hace todo lo que El Oscuro le exige porque él así lo quiere, y porque se siente inexplicablemente atraída por él. Esto último no debería ser algo negativo en sí, ya que sería comprensible que Alina, tras confirmar que es diferente y que posee un poder inexplicable, se sienta atraída por la única persona que se equipara a ella.
De algún modo, El Oscuro y Alina son polos opuestos, y hubiera funcionado muy bien una trama de acercamiento paulatino, un “enemigos a amantes” que tanto se lleva ahora. Pero no ocurre así, porque no vemos ese desarrollo; lo que vemos es a Alina cambiando de opinión continuamente, porque sí, sin motivos y sin razonamientos profundos, y eso nos aburre.
La sorpresa de la serie no es una sorpresa
Algo que destaca de la serie es el cambio de tono que sufre cuando se desarrollan las tramas de Kaz, Jesper e Inej. Para los que no hayan hecho una simple búsqueda de Google, estos son los denominados Cuervos de Seis de Cuervos (2015), la novela también escrita por Leigh Bardugo, que se desarrolla en el mismo mundo que Sombra y Hueso. La historia de Seis de Cuervos se centra en un golpe, un asalto que llevan a cabo los cuervos; está llena de entresijos, planes que salen mal, acción, diversión y entretenimiento. En la serie se les da una especie de precuela, algo que ocurre antes de llegar a los sucesos de Seis de Cuervos.
Jesper, Inej y Kaz en Sombra y Hueso (Netflix)
¿Qué ocurre cuando se colocan dos historias tan diferentes una al lado de la otra? Una siempre va a ser más entretenida y va a generar un mayor interés. En este caso, los Cuervos roban todo el protagonismo a Alina Starkov.
La trama de Kaz, Jesper e Inej en Sombra y Hueso se centra en secuestrarla y entregársela a un cliente interesado; de esta forma, ganarían una inmensa cantidad de dinero y podrían hacer lo que quisieran con él. Se intuye que Kaz tiene una venganza pendiente, por lo que esa es su motivación; Jesper es un buenazo un poco loco que siempre busca aventura y derrochar dinero, e Inej, tras haber sido esclava y haber sufrido todo tipo de abusos, busca ser libre. Quedan claras sus motivaciones en dos pinceladas: entendemos por qué hacen lo que hacen, y queremos que triunfen.
Cuando algo les sale mal es divertido, porque vemos claramente que Kaz está acostumbrado a este tipo de trompicones en el camino, que Jesper se lo toma todo a broma, y que Inej, aún siendo la más razonable de los tres, jamás abandonaría a sus compañeros. Se trata de ese tipo de historia que no tiene protagonista, porque el protagonista es el grupo que nunca se abandona. Y es esto lo que falta a la trama de Alina; una sensación de unidad y de “todos frente al peligro” que tan bien se siente en Harry Potter (J.K. Rowling, 1997) o Los Juegos del Hambre (Suzanne Collins, 2008)
Funcionar, aunque sea a medias
El Oscuro en Sombra y Hueso (Netflix)
Aún con una protagonista aburrida, no podemos negar que la serie funciona. Consigue lo que se propone: enganchar a un público que quizá no ha oído hablar de los libros ni de este mundo. Aunque ciertas explicaciones sobre cómo funciona el mundo y su magia dejan mucho que desear, no nos perdemos si estamos atentos y la trama de los Cuervos nos mantiene interesados todo el rato. El Oscuro, interpretado por Ben Barnes, es un villano excelente que consigue engañarnos y hacer que confiemos en él. En general, la serie es capaz de crear un mundo que nos transporta a nuevas ciudades con nombres extraños y personas extrañas, no queremos despedirnos de ellos cuando acaba la primera temporada, que dejan con final abierto intencionadamente: Alina y Mal se despiden de los Cuervos, que ya empiezan a maquinar su próximo plan, y los primeros deciden esconderse para volver más fuertes aún.
Alina y Mal en el final de Sombra y Hueso (Netflix)
Es por esto que, aún con una trama tan trillada como es la de “el elegido” y con una protagonista que puede dejar mucho que desear, podemos disfrutar de una serie como Sombra y Hueso: ha sabido ver sus debilidades y, en vez de seguir adelante ciegamente, ha decidido contrarrestarlas con la presencia de los Cuervos y su historia, que les permite unificar toda la serie.
¿Dónde puedes ver esta serie?
Puedes ver Sombra y Hueso en Netflix.