Los primeros minutos de una película son esenciales para su construcción. Nos muestran el ADN de lo que vamos a ver durante las próximas dos horas y abre la puerta a que empecemos a conocer a los personajes a los que acompañaremos. Hay ejemplos paradigmáticos de cómo meterse al espectador en el bolsillo desde el primer minuto, a través de la historia, la acción o los personajes, pero en este caso nos vamos a centrar en todo lo contrario. Hoy os traemos una lista de películas con inicios desconcertantes que nos hacen preguntarnos dónde nos hemos metido.
Canino (Yorgos Lanthimos, 2010)
Tres jóvenes escuchan una grabación en la que una voz propone nuevas definiciones para algunas palabras y después comentan las reglas de un juego de resistencia. No hay más.
Uno de los rasgos autorales de Lanthimos es su capacidad de contar relatos que mantienen una distancia prudencial con el espectador. La frialdad, el extrañamiento y el humor negro están presentes en las obras más reconocidas de Lanthimos, y como no podía ser de otra forma, también en la escena inicial de Canino. Quizá, a pesar de que se suela pensar lo contrario, alejarnos de estos personajes al principio nos hace entenderlos mejor a medida que la película avanza, de forma que, aunque no lo sepamos, en esta primera escena nos sumimos en una catarsis lenta y dolorosa.
La ley del deseo (Pedro Almodóvar, 1987)
Fotograma de La ley del deseo
Una habitación en penumbra, un joven y una autoritaria voz grave. “No me mires, yo no estoy aquí”. A medida que corren los escasos minutos que dura esta escena, la sordidez del tono que plantea va de la mano con las imágenes de Almodóvar para hipnotizarnos y atraernos a un mundo que sabemos distinto al nuestro y, aunque imaginemos por dónde van los tiros, aún no conocemos bien.
She Dies Tomorrow (Amy Seimetz, 2020)
Fotograma de She dies tomorrow
Una de las películas más discutidas del año pasado, que ha polarizado al público entre quienes la odian por lenta y tediosa y quienes la alaban por su honesta autenticidad. La escena inicial nos abre la puerta a un universo oscuro y alejado de toda esperanza, del que aún lo desconocemos todo. A medida que los pliegues de She Dies Tomorrow se desdoblan y nos muestran la verdadera esencia del film, nos damos cuenta de que la primera escena no es sino una más en una larga cadena de tragedias cuya llegada era inevitable. Ames u odies la película, si te dejas atrapar por sus primeros minutos, te quedas sí o sí.
El duque de Burgundy (Peter Strickland, 2014)
Fotograma de El duque de Burgundy
En esta es más importante el subtexto que el propio inicio. Una mujer bien vestida llega a una casa donde la que aparentemente es su jefa le manda una serie de tareas de forma cruel y despiadada. Al igual que con She Dies Tomorrow, esta dinámica cobra más y más significado a medida que nos movemos por el metraje de la película, sirviendo estas imágenes de antesala a una enorme casa de campiña llena de abusos, sí, pero también de sensibilidad y cariño.
One cut of the dead (Shinichiro Ueda, 2017)
Cartel de One Cut of the Dead
Esta podría considerarse un poco trampa porque voy a hablar de su primera media hora. ¿Dónde está el truco? Pues que en este caso, la primera media hora corresponde a un plano secuencia de lo más loco. En One Cut of the Dead, ya considerada de culto por una buena parte de la comunidad cinéfila, la escena inicial lo es todo. Como una buena temporada de Perdidos (J. J. Abrams y Damon Lindelof, 2004 - 2010) el inicio de la peli se preocupa de poner sobre la mesa más interrogantes que respuestas a través de unas imágenes e interpretaciones más que peculiares. Si aún no la has visto, aquí va el mejor consejo que recibirás esta semana: aguanta y disfruta hasta el final. Esta película es un canto de amor desbocado a la creación y al trabajo en equipo que no conseguirás quitarte de la cabeza.
Yo añadiría otro inicio desconcertante, poco original por ser muy típico (pero es el que me viene siempre a la cabeza con este tema), que es el de «Abierto hasta el amanecer», que en su primera media hora es cine negro tarantiniano puro y duro y de repente se convierte en una de vampiros de lo más estrambótica, yo la vi en el cine cuando se estrenó y (como diría Joaquín Reyes) me quedé «picueto».