Si pensamos en viajes en el tiempo, seguramente lo primero que se nos venga a la cabeza sea Regreso al futuro (Robert Zemeckis, 1985), Atrapado en el tiempo (Harold Ramis, 1993) o el cine de Christopher Nolan. Películas que nos hicieron agarrarnos al asiento y salir del cine comentando posibles teorías sobre qué acabamos de ver. En España no parece que haya habido tantas producciones de este subgénero más allá de la exitosa El ministerio del tiempo (Pablo Olivares, Javier Olivares, 2015-2020). Aún así, hay algunas películas españolas en las que los viajes en el tiempo mueven la trama. Muchas de ellas son de bajo presupuesto, algunas han pasado más desapercibidas…
Estas son seis de ellas:
Los cronocrímenes (Nacho Vigalondo, 2007)
Fue el primer largometraje de Nacho Vigalondo, un referente de la ciencia ficción en España. Para Los cronocrímenes contó con poco presupuesto, pero consiguió meternos en una paradoja temporal en el que un hombre viaja atrás en el tiempo para encontrarse consigo mismo unas horas antes. Los sucesivos viajes a esa misma escena construyen una de las películas más icónicas del cine español.
Tu último día en la Tierra (Marc Martínez Jordán, 2019)
Las primeras palabras que escuchamos en este cortometraje son “Los viajes al pasado ya son una realidad”. A partir de ahí, seguimos la aventura de un hombre disfrazado de zorro que quiere volver a pasar un rato con su mujer. Tu último día en la Tierra es un cortometraje intrigante y misterioso que consigue un tono bien equilibrado entre comedia, drama y ciencia ficción.
El increíble finde menguante (Jon Mikel Caballero, 2019)
Una película pequeña, sin grandes despliegues ni efectos especiales que se podría enmarcar en el género lo-fi sci-fi (ciencia ficción con pocos medios). Un finde que parecía que iba a ser un divertido reencuentro entre amigos, se convierte en un bucle angustioso cuando a Alba la deja su novio y se da cuenta de que está viviendo el Día de la Marmota. Se despierta y ve cómo el mismo día se repite, pero cada vez dura una hora menos.
La vida en un hilo (Edgar Neville, 1945)
Mercedes, una mujer joven, conoce a dos hombres el mismo día: uno es honesto, trabajador, rico… pero un terrible pelmazo. El otro es un artista, un bohemio, alegre, natural, que la hubiera hecho feliz... si no fuera porque ella se acaba casando con el primero y se va con él a vivir al campo. Cuando él muere, ella regresa a Madrid en tren, donde coincide con una mujer que presume de ser adivina del pasado, de lo que pudo ocurrir y no ocurrió. Mercedes vuelve así a su propio pasado, a aquel momento clave en su vida en el que una casualidad lo condicionó todo para siempre.
Durante la tormenta (Oriol Paulo, 2018)
Cualquiera que haya visto Regreso al futuro sabe que sí, se puede viajar al pasado… pero es mejor no tocar nada, porque cualquier cambio en el pasado puede afectar al presente. En el caso de Durante la tormenta, la protagonista, que tiene una vida perfecta, salva la vida de un niño en el pasado, lo que provoca que en el presente su hija nunca haya nacido y su marido esté con otra mujer.
Sin fin (César Esteban Alenda, José Esteban Alenda, 2018)
En este caso se utilizan los mecanismos de la ciencia ficción para contar una historia de amor, como hizo Richard Curtis en Una cuestión de tiempo (2013), pero llevado aquí a lo íntimo y dramático. El protagonista viaja en el tiempo para regresar al día en el que su relación se rompió, al día en que se conocieron, cuando se enamoraron... e intentar recuperar el amor.