Hace pocos días se estrenaba en el Iberseries Platino Industria la primera serie original de Filmin, Doctor Portuondo (Carlo Padial, 2021). Las conversaciones entre un joven neurótico perdido y un psicólogo excéntrico y narcisista guían los seis capítulos de una serie que divaga entre diálogos profundos, banales, cómicos, absurdos e inteligentes a partes iguales. Sin entrar a destripar la historia, aquí os dejamos cinco razones por las que no os podéis perder Doctor Portuondo.
1. Filmin es un pionero en Europa
Doctor Portuondo no es solo la primera serie original de Filmin, sino que es además la primera serie original de una plataforma independiente en Europa. De esto presumía Jaume Ripoll, cofundador y director de Filmin, cuando subía al escenario para presentarnos la serie y nos animaba a disfrutarla, a compartirla y a darle el valor que se merece. Porque si queremos diversidad de series en mitad de una guerra de plataformas titánicas, apoyar los contenidos independientes no es solo una opción, es una necesidad. Al fin y al cabo, como finalizaba Jaume su presentación, «de suscripciones vivimos».
2. La comedia
Desde aquí reto a cualquier persona a comenzar el primer episodio de Doctor Portuondo y no entrar de cabeza con la primera secuencia. El humor de lo patético, de lo humillante, de lo incómodo, realizado con los adornos justos y necesarios y de la forma más inteligente. Pero si la comedia es un punto fuerte no es por el humor en sí, sino por la forma en la que este encaja en una historia triste y filosóficamente profunda. No será de esas que busquen constantemente la carcajada, aunque cuando quiera lo consiga, pero sí de esas que te mantendrán siempre con una sonrisa.
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3. Portuondo
El personaje que da nombre a la serie está lejos de ser el protagonista, o al menos de ser el único que lo es. Sin embargo, llena la pantalla desde el primer momento hasta el último, desde su actitud pasiva y enigmática hasta sus intensas y efusivas explosiones de emoción, odio, y amor (todas a la vez). Y aunque al principio pueda resultarnos tedioso y haya a quien le cueste desarrollar empatía por él, estoy seguro de que a medida que conocemos su historia, sus locuras, su melancolía, su soledad y su pasión por la rumba cubana más desenfrenada y visceral, no volveremos a ver sus delirios con los mismos ojos. Porque al entrar en su cabeza vemos, escuchamos y sentimos con sus cinco sentidos, y esa mirada al mundo no puede dejar indiferente a nadie.
4. Las interpretaciones
Los personajes que Carlo Padial y Carlos de Diego han escrito no son nada fáciles de interpretar. Son extremos, extravagantes e inestables. Ese tipo de personajes que quien los escribe sabe que la fuerza que tenga en la pantalla dependerá de la fuerza del actor ante la cámara. Afortunadamente, actores como Jorge Perugorría, Nacho Sánchez u Olivia de Clan han sabido darles una sensibilidad a unos personajes que de otra forma hubieran podido parecer ridículos o incluso increíbles (en el mal sentido de la palabra).
5. Un reflejo fiel de la generación Millennial
El protagonista es un joven neurótico que ronda los 30 y que se obsesiona con sus propias obsesiones, que se siente enfermo y no sabe cómo tratarse, que daría lo que fuera por estar bien y que se rebaja, se machaca y se desprecia como un pañuelo usado. Lejos de grandes pretensiones, Carlo Padial se acerca a la autoestima tóxica desde una mirada actual, social, sincera, y tristemente fiel a la realidad. Una mirada que siente como suyos a los “niños” de 30 que viven en un mundo que no da oportunidades y les hace parecer culpables, un mundo que no se adapta a ellos y que no baja el ritmo por nadie, un mundo, al fin y al cabo, como el nuestro.
Puedes disfrutar de Doctor Portuondo en Filmin a partir del 29 de octubre.