Ya ha llegado a su fin la segunda temporada de Euphoria (Sam Levinson, 2019-), y como no podía ser de otra forma, se va igual que su predecesora: a lo grande y generando no pocas dosis de polémica. La serie, que se adentra en los pozos emocionales de un grupo de adolescentes estadounidenses, parece haber enfocado su segunda temporada en una línea ligeramente distinta a la primera, con todas las ventajas y desventajas que eso supone.
Hoy, para subsanar el golpe que supone no volver a saber nada más de Euphoria durante un tiempo, hablamos de las claves de la segunda temporada. ¿Es mejor o peor que la primera? Acompañadme y lo vemos juntos (aviso de spoilers).
¿Quién es la protagonista de Euphoria?
Parece que alguien va a salir en Oklahoma
Una de las razones por las que la primera temporada de Euphoria nos cautivó fue la relación amorosa de Rue y Jules. La manera en que la serie contaba estos “tira y afloja” entre dos adolescentes que no solo no saben qué quieren en la vida, sino que además están hasta el cuello de cicatrices emocionales, era sencillamente irresistible. Como espectadores, queríamos que Rue y Jules acabaran juntas y felices, tal vez con una vida parecida a la que se imaginaba la propia Jules en Los perfectos, a m*marla (Sam Levinson, 2021).
En su momento vimos los dos episodios especiales de Euphoria como una oportunidad de echar un vistazo a lo que se nos venía encima: una historia de reconciliación y perdón (o todo lo contrario), ahora que las entrañas de Rue y Jules estaban a la vista. Sin embargo, y aunque a esta parte no se le ha dado del todo la espalda, la narración de Euphoria se ha fragmentado aún más de lo que ya estaba, haciéndonos ver partes de personajes que hasta ahora casi habían estado únicamente entre bastidores. Esto, como es lógico, parece haber ido en contra de las expectativas que teníamos sobre la dirección de la serie, haciendo que mucha gente se bajara del carro en su segunda temporada.
El ship que nos ha encogido el corazón esta temporada
¿Qué historia pretende contarnos Euphoria? Y quizá aún más importante, ¿quién es la protagonista de esa historia? Creo que el juego es bastante sencillo, y sobre todo, natural. Después de una temporada centrada casi exclusivamente en la relación de Rue y Jules, con todos sus obstáculos, idas y venidas, Euphoria explora ahora el interior de los personajes que ya conocíamos, pero de forma superficial. Así, el romance de estas dos chicas, sin llegar a perderse en el mar de conflictos y personajes, puede respirar y evolucionar con la pausa que merece, después de una primera temporada de rápido amor adolescente. A Sam Levinson se le pueden atribuir muchas cosas, pero desde luego no ha inventado el protagonismo coral.
No nos cabe ninguna duda de que, al margen de la carrera como dramaturga de Lexi, su intenso tonteo con Fez, y la historia de obsesiva dependencia de Cassie con Nate, Rue sigue siendo el eje central de la serie, y todo apunta a un final en el que ella y Jules acabarán teniendo juntas el espacio que se merecen. Mientras tanto, conocer mejor a los personajes que las rodean y moldean su entorno es del todo bienvenido.
Límites e incredulidad
A nadie debería coger por sorpresa ya que Euphoria huya por completo de convencionalismos o de algún tipo de fidelidad respecto a la realidad. Que los pasillos de ese instituto parezcan una pasarela de moda únicamente cuando los recorren sus protagonistas es solo una de las muchas —y no muy sutiles— pistas de que la serie quiere contar la historia de personajes que viven en un mundo apartado de la realidad y muy estilizado.
En Euphoria se pueden producir disturbios en el instituto sin que haya consecuencias
Pero hay un problema en esta estilización. Vemos las cosas como las viven sus personajes, claro, y eso ha dado lugar a que la serie sexualice de forma sospechosamente recurrente a sus personajes femeninos. Esto, que viene siendo la norma desde que la ficción es ficción en series de adolescentes, parece especialmente gravoso teniendo lugar en el año en el que estamos y que el conflicto personal de Jules gira en torno a los problemas que tiene esta con respecto a su precoz y algo exagerada sexualidad.
Puede que la segunda temporada de Euphoria tenga muchas cosas que no terminan de encajar en la imagen que teníamos de la serie. La narrativa de su primera entrega, con una estética y ritmo impecables, quizá nos hizo esperar otra cosa. Aunque parece que en general ha decepcionado un poco, creo que esta nueva tanda de capítulos ha hecho bien en alejarse de ciertos aspectos de la primera temporada para ahondar en el resto de personajes. La sorpresa y el drama desmedido forman parte del ADN de Euphoria, y en Milana ya estamos impacientes por ver qué trae su tercera temporada.
¿Dónde puedes ver Euphoria?
Las dos temporadas de Euphoria están disponibles en HBO Max