El pasado viernes se estrenó en Disney+ la última película de Pixar: Red (Domee Shi). Esta simpatiquísima película tiene todos los ingredientes para convertirse en la película ideal para una tarde de cine en familia.
Red cuenta la historia de Mei Lee, una adolescente de ascendencia china que vive con su familia en Toronto, donde se debate entre ser ella misma y vivir a la sombra de los deseos de sus padres. Al ya de por sí gran conflicto de esta alocada y ruidosa joven, de la noche a la mañana se suma otro: cuando Mei siente cualquier tipo de emoción fuerte, se transforma en un enorme panda rojo.
Mei compagina el autodescubrimiento con sus responsabilidades y la enorme carga familiar que significa su transformación. Por todo esto y más, Red es tan divertida como rica en matices y digna de estudio, así que hoy en Milana os vamos a hablar de las claves que han convertido a la última película de Pixar en todo un fenómeno para bien y para mal (y lo que es mejor, sin spoilers).
Guía para crecer en condiciones
Fotograma de Red
Como ya se ha dicho hasta la saciedad (y cualquier espectador avispado habrá visto), la premisa de Red parte de una metáfora no muy sutil sobre la menstruación, y cómo esta es una muestra más de todos los cambios físicos y mentales que están por venir. La elección de un tema tan sorprendentemente vetado en el cine familiar ha generado un interés por la película que, afortunadamente, ha sido más que capaz de corresponder.
Tal y como se muestra en Red, no hay dos adolescentes iguales. Nuestras experiencias al crecer son tan distintas como los entornos en los que empezamos a desarrollarnos como personas. El acierto de Red consiste en capturar esa esencia juvenil de querer crecer demasiado rápido y plasmarla en tantas identidades distintas como puede sin llegar a entorpecer nunca el relato que quiere contar. De entrada, esto ya nos dice muchísimo sobre la película que vamos a ver: no hay una única realidad válida.
Este abanico de experiencias cobra especial sentido cuando atendemos a su tema central: cómo debemos mantenernos fieles a nosotros mismos, a pesar de que en nuestro entorno se nos exijan cosas distintas. Red tiene, ante todo, el acierto de hablar de forma sincera de los conflictos generacionales y cómo son diferentes a lo largo del tiempo: no solo se trata de que Mei tenga problemas con su madre, sino que esta, a su vez, los tuvo con la abuela de la familia. Las barreras en la comunicación y las exigencias culturales y tradicionales son el obstáculo que Mei debe aprender a sobrepasar, y al hacerlo, enseña a la gente de su entorno que es posible aceptar el cambio.
Fotograma de Red
Pero eso no es todo: el aspecto técnico y artístico de Red es sobresaliente. Destacamos su estilo visual, que en este caso abraza con mayor fuerza los colores y formas estilizadas más propias del mundo infantil, y su excelente animación, que baila entre lo tradicional y la efectividad del anime. Red cuenta su historia de manera efectiva y emocionante, pero también derrochando encanto. En resumen: Red es una película sobre el crecimiento y la comunicación familiar a la que merece mucho la pena echarle un ojo.
Controversias y aristas por pulir
Como no podía ser de otro modo, la película ha cosechado unas buenas dosis de crítica negativa con su estreno. Red pone el foco sobre una chica con un entorno que, transformaciones aparte, ya es bastante particular. Esto ha supuesto que parte del público —y lo que es peor, la crítica— se preguntara si la historia que cuenta la película es universal.
Fotograma de Red (a nosotros también nos dan vergüenza ajena ciertos temas)
El debate, que de no llevar arrastrando más de un siglo de historia del cine podría considerarse lógico, se cae por su propio peso. Da igual qué grado de implicación alcancemos con Mei y sus amigas por sus problemas como adolescente. Es posible que no compartamos parte de sus circunstancias (o ninguna), de igual forma que como espectadores no compartimos el transformarnos en un panda de gran tamaño. Es gracias a su ingenio y corazón que Red consigue traspasar los límites de la identificación para hablarnos de sentimientos universales. Por desgracia, hay gente que no deja escapar una oportunidad para sacar a relucir su misoginia ni su desprecio “velado” hacia el público juvenil.
Cambio de panorama de Disney
Aunque Red haya tenido una gran promoción y siga vivo el debate en torno a ella (lo cual se podría considerar un éxito en los tiempos que corren), cualquier amante de la animación estará ya de brazos cruzados por cómo se ha estrenado la nueva entrega de Pixar. Y es que, desde que Onward (2020) viera su paso por salas afectado por la pandemia, parece que el plan de Disney es estrenar las películas de Pixar directamente en su plataforma.
Soul (Pete Docter y Kemp Powers, 2020) fue otra gran película de Pixar condenada a estrenarse directamente en plataforma
Hace ya tiempo que las barreras presupuestarias y de calidad son casi inexistentes en lo que a producciones para streaming y para cines se refiere, pero cabe preguntarse si los cines podrán seguir asumiendo el golpe de que los grandes estrenos como el de Red queden reservados a las pantallas de casa.
Por si fuera poco, el estreno de la película viene manchado por la propia Disney, que en la última semana ha protagonizado un espectáculo vergonzoso de silenciación del colectivo LGBT+ a través de su apoyo indirecto a la enmienda “Don’t say gay”. Precisamente en Red hay más de un personaje LGBT+, por lo que la posición de la compañía ha hecho saltar las alarmas de sus trabajadores y trabajadoras. Aunque parece que la dirección de Disney ha expresado sus disculpas, aún está por ver si la acción de sus empleados conseguirá que la animación mainstream vire hacia una narrativa más inclusiva y representativa.
¿Dónde puedes ver Red?
Red está disponible en Disney+.