Desde “la comedia francesa del año” hasta los (ahora) clásicos de la nouvelle vague de los 50 y 60, nuestro país vecino tiene una relación muy estrecha con el cine. Ha estado en la vanguardia de las películas más extremas y modernas y ha sabido también mantener el interés del público mainstream, que sigue yendo al cine a ver producto nacional. Es un país con industria cinematográfica.
Como en Milana nos gusta conocer un país a través de sus películas, hoy celebramos el 14 de julio, Día Nacional de Francia, con una mezcla de cine para todos los públicos y películas más especiales. Aunque sea imposible reducir un país a 90 minutos, aquí van ocho películas y series francesas de los últimos 20 años que merecen la pena.
1. Girlhood (Céline Sciamma, 2014)
Antes de Petite Maman (2021) y de Retrato de una mujer en llamas (2019), la cineasta francesa dirigió esta oda a la amistad femenina. Marieme, agobiada por la vida en el barrio, los estudios y su familia, conoce a tres chicas con las que forma un grupo (una bande de filles, como el título en francés). A medida que se acerca cada vez más a su banda va pasando de ser 'Marieme' para ser 'Vic'.
Es un proceso de búsqueda de sí misma en el que trata de encontrarse más allá de los prejuicios y de lo que los demás quieren que sea. Habla de ser mujer, de ser adolescente y de vivir en una de las periferias francesas.
Esta escena con banda sonora de Diamonds de Rihanna resume bien el espíritu de la película:
2. La clase (Laurent Cantet, 2008)
Hablando de periferias, Laurent Cantet retrató en La clase el microcosmos de un instituto complicado. Vemos a un joven profesor de francés enfrentándose a sus conflictivos alumnos, mostrando que en una clase también se reproducen las dinámicas de poder que ocurren en la sociedad. Una clase, al final, es una comunidad: una serie de personas que se ven obligadas a estar juntas en un espacio determinado. Para dirigir esa reflexión sobre el sistema educativo que es La clase, Cantet partió de ejercicios de improvisación con adolescentes, así que las barreras entre la realidad y la ficción están muy difuminadas; tanto, que el actor que interpreta el profesor de lengua y tutor de los alumnos, François Bégaudeau, es el autor de la novela que la película adapta.
3. Amélie (Jean-Pierre Jeunet, 2001)
Aquí nos alejamos de los banlieues para entrar en el corazón de París… Porque, como sabemos, todo, desde París hasta las alcachofas, tiene corazón (menos algunas personas). Un París romántico e idealizado.
Si Amélie se ha convertido en un tópico y ha decorado habitaciones de todo el mundo, es por algo: esa visión idealista, romántica y peculiar del mundo de Amélie Poulain conectó con el sentimiento de gran parte de una generación. Pero es cierto que a esa Amélie Poulain que recorre las calles de París tratando de hacer el bien se le ama o se le odia.
4. El colapso (Les Parasites, 2019)
El colapso nos sitúa en un futuro no muy lejano en el que la sociedad ha colapsado. No sabemos qué ha pasado, pero el sistema ha caído y vemos sus consecuencias. Con todos sus capítulos rodados en plano secuencia, esta miniserie de ocho capítulos triunfó en un momento en el que nuestra sociedad también, a su manera, pasaba por un pequeño colapso: llegó a España en pleno 2020.
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5. Caras y lugares (Agnès Varda y JR, 2017)
La directora belga Agnès Varda y el fotógrafo y muralista francés JR recorren la Francia rural en un proyecto artístico: hacer murales a partir de fotos de las comunidades que visitan. La especial mirada de Agnès es capaz de poner la cámara en lugares —y, sobre todo, en personas— que para otros hubieran pasado desapercibidos.
Para no perdérselo. Y atentos al final: hablando de cine francés, no podíamos perdernos el no-cameo de Godard.
6. París, distrito 13 (Jacques Audiard, 2021)
Jacques Audiard habla en París, distrito 13 de las relaciones en el siglo XXI. Jóvenes en París en blanco y negro, buscándose a sí mismos y a sus almas gemelas, o simplemente algo de compañía. Una película de historias pequeñas dentro de grandes ciudades, melancólica, seductora y delicada.
7. Amor (Michael Haneke, 2012)
Michael Haneke es austriaco pero ha desarrollado gran parte de su carrera en Francia, y merece estar en esta lista. Amor es la historia de una pareja de octogenarios, profesores de música jubilados, cuya vida cambia cuando ella, Anne, sufre un infarto. Como todas las de Haneke, es dura, pero esta vez domina la tristeza por encima de la crueldad.
8. Plan corazón (Noémie Saglio, Julien Teisseire y Chris Lang, 2018-)
Vamos a contrarrestar esa intensidad con una comedia romántica moderna de Netflix, la segunda desarrollada por la plataforma en Francia. En Plan corazón, cuando Elsa está a punto de cumplir treinta años y sigue con la vida hecha un caos y enamorada de su ex, sus amigas deciden contratar a un escort para hacer que lo olvide. Una serie entretenida en la que vemos la Francia contemporánea que, en lo que a las crisis de los treinta se refiere, se parece bastante a cualquier otro país de hoy en día.