A24 ha conseguido convertirse en uno de esos pocos estudios que mencionamos al nombrar la autoría de sus películas. No es solo “la película de Robert Eggers”, es la última de A24. Y si se lo ha ganado ha sido a la fuerza: a fuerza de apostar por miradas distintas y acertar, de confiar en talentos emergentes a los que ahora acompañan y por los que otros matarían, como Eggers o Garland. Se lo ha ganado a base de confiar en el talento tanto de actores novatos como de veteranos que no conseguían salir de su encasillamiento. Hoy es un privilegio para cualquier artista independiente contar con el respaldo de A24 y nosotros no podemos hacer más que aplaudirlo. Así que, por si quieres ahondar un poco más en la trayectoria del estudio, aquí te dejamos nueve películas de A24 que no te puedes perder.
Swiss Army Man (Los Daniels, 2016)
Los Daniels revientan el panorama del cine independiente con esta buddy movie de supervivencia entre un náufrago y un cadáver. Formándose con el lenguaje de los videoclips a ritmo de músicos como Jack Black, han sabido adaptar ese tono tan alocado y coherente al mismo tiempo al lenguaje del cine. Y por si fuera poco, cuentan con un Paul Dano en una de las interpretaciones más brillantes de su carrera y un Daniel Radcliffe que se atreve a “dar vida” a un muerto al que querremos más que a nuestro propio hermano.
Mid 90s (Jonah Hill, 2018)
Jonah Hill, la cara de la comedia que conocemos por películas como Infiltrados en clase (Phil Lord y Cristopher Miller, 2012), Supersalidos (Greg Mottola, 2007) o El lobo de Wall Street (Martin Scorsese, 2013), nos sorprende con este íntimo relato sobre la infancia de un chico de los Ángeles en los 90. Un retrato generacional en clave de coming of age que, vengas de donde vengas, no podrás evitar verte reflejado en los complejos, sueños y contradicciones del pequeño Stevie.
Skin (Guy Nattiv, 2019)
Veintiún años después de American History X (Tony Caye) llega esta historia sobre los hijos de la xenofobia y la violencia norteamericana. Guy Nattiv, que venía de ganar el Óscar con el cortometraje homónimo, refleja en la piel nuestro ADN, marcado tanto por nuestra familia como por nuestros fracasos, y, sobre todo, la imposibilidad de borrar ninguno de los dos.
The Farewell (Lulu Wang, 2019)
Billie es una joven chino-estadounidense que no entiende cómo su familia pretende ocultar a su querida abuela que ha sido diagnosticada de una enfermedad terminal. La acompañamos en su viaje a China para pasar los últimos días con su Nai Nai, planteándonos hasta qué punto son malas las mentiras y cómo de profundo pueden calarnos nuestros lazos familiarres. La honestidad y atrevimiento del guion es llevada a la pantalla con la mejor de las sensibilidades.
Llega de noche (Trey Edward Shults, 2017)
En un mundo postapocalíptico una familia resiste encerrada en su casa del bosque, resguardándose de un virus del que nunca llegamos a saber demasiado. No importa tanto la epidemia, la catástrofe o el peligro de aquello que “llega de noche”, como la desesperación por protejer a los tuyos y la inevitable pérdida de humanidad cuando intentas, precisamente, mantenerla.
The Death of Dick Long (Los Daniels, 2019)
Segunda vez que aparece su nombre en la lista, segunda razón para no perder a estos directores de vista. En esta ocasión cuentan en clave de thriller y ambientado en la América más profunda la historia de los amigos de Dick, que tras su muerte intentan como pueden evitar lo inevitable. Aun respirando ese aura del absurdo tan propio de los Daniels, The Death of Dick Long es probablemente su película más realista, mostrando a lo Fargo (Joel Coen e Ethan Coen, 1996) cómo realmente nos comportamos los seres humanos. Cuenta cómo ni los delincuentes son grandes villanos ni los policías son grandes héroes, y, sobre todo, como la tóxica masculinidad al final se desarma a sí misma.
Slow West (John Maclean, 2015)
La primera y única película de John Maclean nos recuerda en el siglo XXI que ese género de vaqueros y forajidos aún tiene mucho que ofrecer y reinventar. A ritmo de un enigmático Michael Fassbender a caballo y con una comedia coeniana, la cobardía y la venganza de los personajes nos hablan de entender la despiadada crudeza del mundo en el que vivimos
Under the Skin (Jonathan Glazer, 2013)
El guion y las imágenes de Under the skin parecen querer imprimir, más que una película, una pesadilla. La narrativa no busca tanto una historia como una experiencia enigmática y hostil, igual que los originales encuadres y efectos que nos incomodan al mismo tiempo que nos atrapan. Con una Scarlett Johanson brillando en su papel más peculiar hasta la fecha, la película de Glazer merece ser vista, estudiada y, sobre todo, sufrida.
Good Time (Ben Sadfie y Joshua Sadfie, 2017)
Robert Pattinson ya había comenzado su duro proceso de desencasillamiento mucho antes de El Faro (Robert Eggers, 2019), también de la mano de A24. Con Good Time deja claro no solo lo que ya sabíamos —que es un actor impresionante y polivalente—, sino que ha venido para apostar por aquellas historias por las que nadie apuesta, y para dejarse llevar por las miradas de directores en las que solo un loco confiaría. En Good Time interpreta a un pobre desgraciado que desesperadamente intenta compensar su estúpido intento de robar un banco y las consecuencias posteriores. En esta ocasión bajo la dirección de los Sadfie, que terminarían de consagrarse poco después con la impecable Diamantes en bruto (2019).
¿Dónde puedes verlas?
Skin (Prime Video, Filmin), Slow West (Prime Video), Under the Skin (Filmin) y Good Time (Netflix).