A lo largo de la historia de la televisión se ha ido perfeccionando el arte de empezar. Hay toda una serie de teorías sobre cómo debe ser un buen primer episodio, porque de él dependerá que el público se quede a ver tu serie… y que la plataforma la renueve. Un buen detonante, una buena presentación de los personajes, lugares y tramas principales que ayuden a establecer el universo de la serie y un giro de guión imprevisible que funcione como cliffhanger. Todo por conseguir enganchar al espectador y que decida darle al play al segundo episodio —a no ser que la vea en Netflix, claro, que te lo pone solo—.
Hoy queremos recordar cómo nos sedujeron con sus pilotos estas 8 series de televisión.
This Is Us (Dan Fogelman, 2016-2022)
Si no has visto This Is Us, sáltate este párrafo y ponte el primer episodio, porque vale la pena verlo sin saber nada. La razón por la que es tan especial el piloto de esta serie es que hace algo que nunca volverá a hacer. Funciona como un truco de magia, un engaño que consigue, además de presentar de forma efectiva a los protagonistas, dejarte con ganas de ver el siguiente. Como curiosidad, Dan Fogelman escribió una nota al final del primer guion sobre cómo hacer en rodaje para sostener este “truco”: una casa sin muebles, ropa que puede parecer vintage y una habitación de hospital atemporal.
A dos metros bajo tierra (Alan Ball, 2000-2005)
Una serie sobre una familia que tiene una funeraria tenía que empezar con una muerte. Pero no una cualquiera: el detonante es la muerte del padre de familia y dueño del negocio. A partir de ese momento, sus hijos deberán hacerse cargo de la funeraria y afrontar su propio duelo acompañando duelos ajenos. El primer episodio es una lección de cómo presentar a tus protagonistas: cada personaje se presenta haciendo aquello que más le define, tratando con mimo una de las bases de la serie: un tono que reúne drama y comedia negra.
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The Americans (Joseph Weisberg, 2013-2018)
Hay algo hipnótico en The Americans. Una pareja de espías de la KGB que tienen —o fingen tener— una vida normal como ciudadanos americanos. La serie empieza como tiene que empezar una serie de espías. Philip y Elizabeth están en una misión con pelea, persecución y sangre. Pero todo cambia cuando, a la mañana siguiente, descubrimos que tienen dos hijos que no saben a qué se dedican sus padres en realidad. Todo lo que importa a lo largo de las 6 temporadas de la serie está planteado en este primer episodio: la atracción de Philip por el estilo de vida americano, la firmeza de los ideales de Elizabeth y el dilema de llevar dos vidas en paralelo.
Antidisturbios (Isabel Peña, Rodrigo Sorogoyen, 2020)
De una serie sobre policías antidisturbios nos esperábamos que su primera secuencia fuera de acción. Un gran despliegue, una misión policial, un desalojo… Pero todas esas son cosas que vienen después. Antidisturbios empieza con una partida de Trivial. Sorogoyen y Peña decidieron presentar a su protagonista enfrentándose a algo aparentemente banal, pero en lo que ella se implica al 100%, consiguiendo una tensión narrativa digna de una buena escena de acción.
Happy Valley (Sally Wainwright, 2014)
El primer episodio de Happy Valley es brilante, pero lo que se te queda clavado es la primera escena, en la que la protagonista, una policía mayor y cansada se encuentra con un hombre que se quiere suicidar. Para evitarlo, en lugar de actuar como nos esperamos de una policía, se sincera con él:
«Soy Catherine, tengo cuarenta y siete años y estoy divorciada. Vivo con mi hermana, que está desenganchándose de la heroína y tengo dos hijos. Uno muerto y otro que no me habla. Y un nieto.»
Catherine, protagonista de Happy Valley
A lo largo de la temporada seguiremos el caso que investiga Catherine y cómo se relaciona con su vida personal. Pero es en esa primera escena donde está el imán que nos va a hacer querer emprender ese viaje con ella.
The Crown (Peter Morgan, 2016-)
The Crown es la historia del reinado de Isabel II, pero no empieza el día de su coronación. Empieza antes, porque para entender quién es la reina Isabel, es importante presentarla antes de serlo. La decisión de Peter Morgan de retrasar la coronación al segundo episodio permite conectar con una mujer que, al hablar con su padre del trabajo de ser reina, lo primero que pregunta es: «¿Es aburrido?». Es un primer episodio que se toma el tiempo necesario para conectarnos con la familia real y entender, desde el momento en que se casan, la relación entre Isabel II y su marido, el duque de Edimburgo.
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The Night Of (Steven Zaillian, Richard Price, 2016)
Este remake de la serie original de la BBC Criminal Justice sigue a Naz, un chico pakistaní que, para poder ir a una fiesta, toma prestado sin avisar el taxi con el que trabaja su padre, y conoce a una chica que lo invita a su casa a pasar la noche. Al día siguiente, Naz despierta, no recuerda nada… y la chica está muerta. La mayor virtud de este capítulo —que se traslada a la serie en conjunto— es su forma de manejar la duda, el tiempo que se toma en llevarnos de la mano con el protagonista en su periplo para luego dejarnos como él: abandonados sin saber la verdad, pero deseando (e incluso creyendo firmemente) que no sea lo que parece.
Ted Lasso (Jason Sudeikis, Bill Lawrence, Brendan Hunt y Joe Kelly, 2020-)
En Milana ya nos hemos declarado fans de Ted Lasso, el entrenador de fútbol americano que llega a Reino Unido a entrenar a un equipo de la liga inglesa sin saber mucho ni del deporte ni del país. Las claves del éxito internacional de esta comedia de AppleTV están en el primer episodio: el choque cultural, el optimismo incondicional del protagonista y alguna que otra pista sobre la forma en la que la serie nos va a romper el corazón una y otra vez.