El cine ha ido ligado a la literatura y al teatro desde su concepción, tomando sus estructuras narrativas y sus convenciones para adaptarlas de la página al medio visual. Hoy en día las adaptaciones cinematográficas son una de las apuestas más seguras de las productoras y las plataformas, aunque coger una historia que ya ha tenido éxito y trasladarla al cine nunca es tarea fácil, por eso muchos de los grandes clásicos de la literatura todavía no han tenido la ocasión de ponerse frente a una cámara. A continuación os traemos una lista de nuestros libros favoritos de los que, por desgracia, todavía estamos esperando a que saquen la peli.
La conjura de los necios (John Kennedy Toole, 1980)
Cuesta creer que esta obra ganadora del Premio Pulitzer no se publicara hasta una década después del suicidio de su autor, y todo gracias a la insistencia de su madre, que se topó con el manuscrito de La conjura de los necios y no paró hasta encontrar a alguien que quisiera leerlo. La adaptación al cine de la comedia de John Kennedy Toole estuvo ligada a nombres como Harold Ramis, John Waters o Steven Soderbergh; y actores del calibre de John Bellushi, Chris Farley o John Goodman pudieron haber dado vida al personaje de Ignatius J. Reilly. Sin embargo, ninguno de esos proyectos consiguió ver la luz, y es que nadie es capaz de venderte tan bien como una madre.
Playback (Raymond Chandler, 1958)
La única novela de Philip Marlowe que no tuvo adaptación cinematográfica pese a estar basada en un guion del propio autor. El cine negro estadounidense le debe mucho a Raymond Chandler no solo por crear al detective privado por excelencia, también por su trabajo de guionista en clásicos como Perdición (Billy Wilder, 1944) o en la adaptación de la novela de Patricia Highsmith Extraños en un tren (Alfred Hitchcock, 1951). Aunque su trabajo más reconocible sigue siendo El sueño eterno (Howard Hawks, 1946), donde Humphrey Bogart y Lauren Bacall dan vida a los personajes de su primera novela policiaca.
Olvidado rey Gudú (Ana María Matute, 1996)
En plena fiebre de fantasía medieval por los estrenos de La casa del dragón (Ryan Condal, George R.R. Martin, 2022) y El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder (Patrick McKay, J.D. Payne, 2022) podríamos aprovechar el tirón para reivindicar la trilogía fantástico-caballeresca de Ana María Matute. La autora catalana nos introduce con La torre vigía (1971) en una Edad Media repleta de fábulas y fantasías, creando al mismo tiempo una historia descarnada y violenta. Estos elementos no hacen más que expandirse en Aranmanoth (2000) y sobre todo en Olvidado rey Gudú, para muchos su obra maestra.
El libro de los amores ridículos (Milan Kundera, 1968)
La comedia romántica está de capa caída, pero en nuestros corazones siempre habrá un hueco para cualquier peli que nos haga reír y nos haga enamorarnos. El libro de los amores ridículos trata todos los temas que su título promete: el amor, la amistad, el humor negro y el existencialismo marca de la casa del autor checo. Milan Kundera ya vio otra de sus obras más famosas en la gran pantalla con la adaptación de La insoportable levedad del ser (Philip Kaufman, 1987), que también seguía las desventuras amorosas y filosóficas de varios personajes en la Praga de 1968.
En las montañas de la locura (H.P. Lovecraft, 1936)
La figura de H.P. Lovecraft siempre será controvertida, tanto por su ideología abiertamente retrógrada como por la influencia de su obra en la ciencia ficción y el género de terror. Tal vez su novela más significativa sea En las montañas de la locura, que relata una expedición a la Antártida donde los protagonistas se encuentran con todo tipo de peligros y horrores cósmicos. Durante años Guillermo del Toro ha querido sacar adelante una adaptación de esta obra que le viene como anillo al dedo, y ha contado con el respaldo de James Cameron, Tom Cruise y Ron Pearlman. Recientemente el director mexicano ha declarado que sigue comprometido a llevar el imaginario de Lovecraft a la gran pantalla, siendo En las montañas de la locura uno de los primeros proyectos que presentó a Netflix tras cerrar un contrato con la plataforma.
Las tres reinas magas (Gloria Fuertes, 1978)
Ya nos estamos imaginando el revuelo en redes sociales si esta obra de teatro llega a los cines, porque nadie tiene la habilidad de Gloria Fuertes para irritar al sector más ridículo de la población. Pese a dirigirse a un público infantil, la escritora y poetisa madrileña nunca dejó de lado un discurso feminista, pacifista y de defensa del medioambiente, y su colaboración con Televisión Española en los años 70 marcó la infancia de toda una generación. En Las tres reinas magas, Gloria Fuertes hasta da instrucciones de cómo confeccionar el vestuario de las actrices; y aunque la cercanía y sencillez de sus versos parezcan irreplicables, siempre nos va a picar la curiosidad de cómo sería una adaptación de la obra de la autoproclamada patrona de los amores prohibidos.
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Muy interesantes los libros que recomiendas para pelis.