Desde Paco Plaza a Edgar Wright, todo el mundo aplaude el primer largo de Carlota Pereda, Cerdita. Una historia macabra que nos lleva a lugares incómodos para plantearnos preguntas sobre el perdón, la venganza, el bullying, el silencio o los marginados. Carlota lleva años escribiendo para televisión, pero ante todo la conocemos por su trayectoria en el mundo del cortometraje. Películas como Las rubias (2016), o el corto homónimo que ahora adapta a largometraje, preceden a una de las directoras más prometedoras de nuestra industria. Ahora, con un estreno de 259 copias en España, se suma a esa lista de artistas europeas que demuestran su talento en un género que lleva demasiados años pasándolas por alto, y que solo gracias a referentes como ella puede evolucionar.
¿Qué ha sido lo más difícil de levantar una película como guionista y directora en solitario?
Cuando he trabajado en otros proyectos me he encontrado con una incomprensión absoluta ante el proyecto, y ante la idea de que una mujer fuera a hacer una película tan bizarra como las que hago yo. Pero en este caso, como veníamos del corto, existía, por lo menos, interés. Se reunían contigo, vaya. También es verdad que a veces había productoras que les parecía una película demasiado cara para una directora, o para una ópera prima. Pero depende del lugar, cuando empezaba con el proyecto era casi más complicado en España. En Estados Unidos, Inglaterra o Francia no, porque hay más referentes, un poco más de tradición. Pero aquí era como algo bizarro.
Y luego ves que a lo mejor a otros directores, y aunque siempre es complicadísimo levantar una película y más una primera película, no les han puesto tantos problemas. Incluso a algunos que no tenían cortometrajes, o la trayectoria que tenía yo antes de enfrentarme al rodaje. Eso sí, toda la gente que ha apostado por el proyecto, desde Movistar hasta TVE o Filmax, lo ha hecho a muerte desde el principio.
¿Y qué fue lo que hizo que te ganases esa confianza?
Pues fue por varios motivos. Por una parte están mis cortometrajes, que no solo es que les gustasen, sino que habían recibido bastante repercusión internacional. Por otra parte porque me conocen, yo tengo mucha experiencia en televisión, entonces al final todo el mundo se conoce. Pero sobre todo, y creo que fue lo más importante, fue el guion.
Fotograma de Cerdita
¿Qué recorrido tuvo ese guion?
Yo escribí un tratamiento por mi cuenta que luego le pasé a Merry Colomer, la productora de Morena que apostó por mí desde el principio. ¿Y sabes qué pasa? Que cuando quieres hacer una película a día de hoy necesitas presentarte a los laboratorios. La suerte que tuvimos es que nos presentamos a una cosa del Festival de Cannes, el Focus CoPro, donde eligen cuatro óperas primas entre las que luego, una de ellas, tiene la oportunidad de entrar en un lab de guion especializado. Nosotros ganamos ese premio, así que estuve durante tres semanas con Marcelo Martinessi, el director de Las herederas (2018), que ganó en Berlín hace unos años. Ahí lo que hacen, más que como un lab al uso, es que tú les cuentas qué es lo que quieres hacer y ellos leen el guion y te dicen si está o no está.
Luego estuvimos en Torino y también en Berlín. Eso nos ponía en el mercado. Hizo que luego se interesasen coproducciones internacionales o que entrase Charades, una agencia de ventas que entre otras películas se ha llevado Crudo (2016), de Julia Ducournau.
¿Crees que podría existir Cerdita sin ese recorrido internacional?
Pues yo creo que no. Por el presupuesto de la peli y porque nosotros teníamos pretensiones de que llegase a cuanta más gente mejor. Sabíamos que el tema, aunque fuera muy local, podía interesar a todo el mundo. La película ya se ha estrenado en Estados Unidos, y se va a estrenar en Francia, Inglaterra, Italia y Alemania. La idea siempre fue un proyecto internacional; creíamos que nuestra Sara y lo que tenía que decir podía interesarle a mucha gente.
Fotograma de Cerdita
¿Y qué fue lo más divertido del proceso?
Pues hacerlo con mi equipo, con Laura Galán, con Merry Colomer, con todos los actores… Con Carmen Machi, con la que nos hemos reído muchísimo, es la reina del tono. Con toda la gente que estaba en el equipo técnico y artístico, que muchos son amigos de antes. Poder hacerlo juntos y con nuestras familias, porque teníamos una ludoteca cerquita para poder estar con ellos. Ha sido un campamento de verano muy intenso y muy sangriento, una experiencia que me llevo para toda la vida.
¿Cómo ha sido introducir el humor en una historia tan sórdida y violenta como la de Cerdita? ¿No tenías miedo a romper el tono?
Para mí no existe la experiencia humana sin comedia. Creo que existe hasta en los momentos más terribles. Ves que pasa algo espantoso y el mundo sigue, la gente se sigue riendo en los bares. Te ríes tú mismo aunque te pase algo horroroso. Y a mí eso, a riesgo de ser patético, es algo que me interesaba mucho. Es algo que además a mí me gustaba mucho del cine de género coreano, cómo hacen películas multitono. Hacen thriller, hacen comedia, hacen cine político y social, y todo en una sola película. A mi eso me vuelve loca. Yo cuando vi Memories of a Murder (Bong Joon-ho, 2003) dije: ¡pero si esto es lo quiero hacer yo, es exactamente esto! Yo quiero que la gente se lo pase bien en el cine, aunque vaya para pasarlo mal, pero que también se lo pase bien. Y para eso tener a Carmen Machi, que es la reina del tono, me pareció un privilegio.
Fotograma de Cerdita
¿Ha sido muy difícil escribir un largometraje a partir de la premisa del corto?
Ha habido muchísimo trabajo. Pero sí es verdad que el esquema de la película estaba casi desde el principio. Lo que hice fue escribir un tratamiento intentando obviar todas las normas de guion que había aprendido. Siempre queda algo en el subconsciente, pero la idea era que yo me lo pasara bien. Me interesaba mucho escribirla desde el personaje y hacerlo lo más visceral posible, en todos los sentidos. Y así lo hice, ha sido bastante gozoso. Hay guiones que me cuestan muchísimo más, aunque hubiese trabajo: afinas personajes, refuerzas cosas que están ahí… La estructura y el arco final me salieron bastante del tirón.
También estás en el desarrollo de convertir en largo otro de tus cortos, Las rubias.
Sí, nos seleccionaron en el Writers Lab, que es un lab que subvencionan Nicole Kidman y Meryl Streep, y estamos en el proceso de desarrollo. Es un guion bastante complejo y caro. Pero ahora mismo voy a empezar a rodar en dos semanas mi siguiente película, que es otra de terror con Filmax, que se llama La ermita y protagoniza Belén Rueda.
Fotograma del cortometraje Las rubias
Imagino que es más sencillo ganarte la confianza de productoras ahora que has hecho Cerdita.
Ha sido una locura. Me ha cambiado la vida de la noche a la mañana desde Sundance. Pero es verdad que en Filmax confiaron en mí mucho antes de rodar Cerdita. Desde que leyeron el guion de Cerdita me ofrecieron esta película. Eso es importante matizarlo, que lo hicieron antes incluso de saber qué demonios podría hacer yo. Bueno, gracias básicamente a Laura Fernández de Filmax.