Después de 15 años, la niña Medeiros, el cura Albelda y la Rambla de Catalunya 34 vuelven a los cines en forma de documental. Diego López-Fernández estrena de la mano de Filmax una película que repasa con cariño y nostalgia el estreno de REC (2007). Nos lo cuentan los propios directores, Paco Plaza y Jaume Balagueró, entre otros tantos invitados, a través de charlas, anécdotas y maravillosos vídeos detrás de las cámaras.
Hoy hablamos con Diego sobre [•REC] Terror sin pausa, que se suma a su lista de documentales en los que se acerca al género fantástico en España, más que como documentalista, como fan. Y por supuesto, lo primero que le preguntamos es: ¿dónde estabas entonces?
«Yo estaba en el Festival de Sitges, en el año 2007. Casi no había información de la peli así que fui “virgen” al estreno… siempre digo que es un poco como el Dragon Khan de PortAventura: te montas y te lleva de un sitio para otro en un tour brillante. Recuerdo que me encontré con Paco a la salida del pase y lo primero que le pregunté fue por la niña Medeiros. O sea, ¡¿qué es eso, cómo lo habéis hecho?! Ya me contó quién era Javier Botet, que en aquel momento no era una cara habitual del género… Además recuerdo que repetí, volví por la noche a verla otra vez. Es súper disfrutable la peli, y lo sigue siendo años después».
Un documental entre amigos
La idea del documental surge de una conversación entre colegas en casa de Jaume, nos cuenta Diego. Hablando y recordando batallitas del estreno de REC, y sin pensar siquiera en que iba a coincidir con el aniversario de la peli. Enseguida llamaron a Paco, al que le entusiasmó la idea. «A los días hablé con Filmax, les gustó la idea, y nos pusimos a trabajar. En cuestión de tres o cuatro meses ya estábamos rodando».
Así de rápido comenzó el proceso. Al fin y al cabo, tras años en la industria, es un documental hecho entre colegas. Rápidamente todo el mundo quería participar y contar su experiencia. Unos entrevistados que en muchos casos, como son los de Nacho Vigalondo o Koldo Serra, no están tan directamente relacionados con la película original, pero «todos tienen un trozo de REC en su interior». A todos les ha influenciado, personal o profesionalmente. Son «satélites de REC», como los define Diego.
Diego López-Fernández, Paco Plaza y Jaume Balagueró posando en el rodaje del documental
«Cuando das voz a alguien en un documental tiene que haber un porqué».
No son solo las personas que curraron en la peli u otros directores a los que REC ha influido. En las entrevistas también hay hueco para los fans. Al fin y al cabo, en un fenómeno de masas como el que supuso REC son ellos lo verdaderamente importante.
«También son amigos, son sospechosos habituales del Festival de Sitges, siempre están ahí y los conocemos desde hace años». Se trata de fans que Diego ya sabía que habían creado, por ejemplo, una página web dedicada exclusivamente a REC, o que se habían tatuado el título de la peli. Al fin y al cabo, es un documental dedicado a ellos, a los amantes del cine de terror y a los amantes de REC.
«No hay ningún tipo de ambición más, lo que quiero que se vea es que estoy haciendo algo por amor al cine, una peli de un fan para los fans».
El guion de un documental como [•REC] Terror sin pausa
«Yo cuando he realizado documentales nunca he tenido un guion delante. El documental, bajo mi punto de vista, no necesita un guion, necesita de un eje en torno al que buscar». Una opinión que, afirma Diego, muchos estudiantes de cine o profesores seguramente contradirían, y por supuesto respeta otras maneras de trabajar.
En el caso de [•REC] Terror sin pausa ese eje principal era la conversación entre Jaume y Paco. A partir de ahí todo era encontrar lugares que les sorprendieran. A raíz de eso salieron cosas como nuevas imágenes y materiales que desconocían, grabaciones que Jaume y Paco hicieron con los Nokia, vídeos de reuniones en las que debatían el proyecto… «Por eso no concibo trabajar en un guion de un documental. Está la idea y está el eje, pero luego el desarrollo llega por sí solo». Después, nos explica Diego, sí tienes que tener unos tiempos, unas ideas, unas intenciones. Eso es imprescindible.
Pero lo que Diego sí tiene entre manos es una libreta donde apunta todo lo que le gustaría que entrase en el documental, como una lista de deseos. Una libreta que se iba llenando a medida que avanzaba el propio rodaje y las charlas con sus amigos.
«El documental te va abriendo muchas puertas, haces entrevistas, después reposas, visualizas, vuelves a lugares o a personas porque ha surgido algo nuevo… Los documentales siempre los he llevado por esa línea y así es como lo disfruto».
Fotograma de [•REC] Terror sin pausa
En la libreta de Diego, además, parecen haberse ido tachando todos y cada uno de sus deseos. Nos cuenta que no tuvieron problemas a la hora de hablar con las personas indicadas o llamar a las puertas que necesitaban. Si acaso alguna entrevista más curiosa que se haya quedado en el tintero, como con la sobrina del propio Jaume, que dio rostro a la Niña Medeiros, o los hermanos de Paco, a los que le enseñó la película cuando aún poca gente confiaba en su potencial. «Pero al final tienes que preguntarte: si entras en esa carretera ¿a dónde va? ¿Qué suma? Y hay veces que ideas chulas simplemente no entran».
La película llega hoy a las salas de cine, para ver en pantalla grande el recuerdo de aquello que un día, hace 15 años, tanto la llenó. [•REC] Terror sin pausa ha conseguido traernos de vuelta a los mejores monstruos de la original, mostrándonos sus entresijos, ahondando en las inseguridades y miedos del equipo, destripando aquel rodaje para ofrecérnoslo cuidadosamente diseccionado y volvernos a hacer saltar del asiento como la primera vez.
«Casi, sinceramente, era bastante más fan de tener el DVD o el Blu-ray que del estreno en cines. Pero súper contento de estrenarla en salas y festivales, incluso en algunos la idea es proyectar la película y después el documental. Será divertido».
Cuestionario Milana
¿Qué película verías por enésima vez?
No profanar el sueño de los muertos (Jorge Grau, 1974) o Grupo Salvaje (Sam Peckinpah, 1969), que veo desde que era chaval cada 31 de Diciembre.
¿Qué película verías para levantarte el ánimo?
Green Room (Jeremy Saulnier, 2015), que es una fiesta de película.
¿Alguna joya del terror escondida que nos recomiendes?
Yo le tengo mucho cariño a una peli de Jordi Gigó, que es La perversa caricia de Satán (1976), o una quizás un poquito más conocida como Una vela para el Diablo (Eugenio Martín, 1973).
¡Mañana es el día! Llega a los cines [REC] TERROR SIN PAUSA.
— Sitges Film Festival (@sitgesfestival) October 27, 2022
🎥 ¡Aquí tenéis la lista de salas dónde la podréis disfrutar!
ℹ️ Y el link con la info del documental: https://t.co/KoSZtnUZjD pic.twitter.com/lzIxAyNrEX