La primera hornada de estrenos de este 2023 nos trae Operación Fortune: El gran engaño, donde Guy Ritchie dirige a Jason Statham y Aubrey Plaza en un thriller de espías que mezcla la acción y la intriga con el humor socarrón ya habitual en toda la filmografía del autor. Operación Fortune está en cines ahora mismo así que hoy vamos a analizar, sin spoilers, los puntos fuertes y los puntos débiles de lo nuevo de Guy Ritchie.
Más vale malo conocido…
En un rodaje con Jason Statham el catering siempre tiene galletas
El director y guionista británico saltó a la fama en los años noventa con Lock & Stock (1998), el primer papel de Jason Statham, y un par de años más tarde con Snatch: cerdos y diamantes (2000). Ambas películas siguen una fórmula muy parecida: elencos amplios y tramas complejas, con un ritmo frenético y personajes malhablados que recitan diálogos expositivos a toda velocidad. Ritchie nos lleva de la mano por un mundo de criminales y estafadores en historias con tantos giros como una montaña rusa; y en ambos casos, culmina con un final brillante.
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Con el paso de los años su presupuesto ha ido creciendo, pero la fórmula de Guy Ritchie se ha mantenido la misma. Operación Fortune usa un elenco más reducido y una trama menos rebuscada para dar más protagonismo a las secuencias de acción, pero sigue siendo fácilmente reconocible como una obra del autor británico. Que haya menos personajes en la historia, sin embargo, no hace que estos tengan espacio para desarrollarse más allá de un par de características básicas. Del mismo modo, que la trama sea menos convulsa no la hace más comprensible; Operación Fortune nunca deja del todo claro qué es lo que buscan los personajes en su misión, lo cual hace que el giro final no tenga todo el impacto que debería.
Dicho esto, Operación Fortune funciona como una película con la que puedes apagar el cerebro y dejarte llevar por la acción y el sentido del humor de Ritchie, que navega con facilidad en un tipo de historia que ya es su zona de confort.
… que bueno por conocer
Cuando el de delante se cambia de carril sin poner el intermitente
La nueva película del autor británico, junto con The Gentlemen: Los señores de la droga (2019) y Despierta la furia (2021), parece una clara respuesta a los años que dedicó exclusivamente a películas de estudio para públicos generalistas. Una vuelta a las historias hipermasculinizadas que le llevaron al mainstream en primer lugar, pero ahora con las posibilidades que le ofrece un presupuesto de blockbuster.
Si hay algo que lamentar de esta nueva etapa de la filmografía de Guy Ritchie es que no haya aprendido de las virtudes de sus películas de aquellos años. En la infravalorada Operación U.N.C.L.E. (2015) logra darle su toque personal a una fórmula establecida como es la del thriller de espías; y con Sherlock Holmes (2009) construye un whodunnit que casa a la perfección con su particular estilo narrativo sin dejar de lado el desarrollo de personajes. A lo largo de su carrera, Ritchie ha demostrado que es capaz de innovar su fórmula y añadirle elementos de profundidad, pero simplemente no quiere hacerlo.
¿Significa esto que Operación Fortune nos ha decepcionado? En absoluto. Por contradictorio que parezca, la nueva de Guy Ritchie es más de lo mismo, pero más de lo mismo es justo lo que pedimos cuando se trata de un autor que hace lo que solo él sabe hacer.
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