Antivelatorio de ‘Muertos S.L.’: la nueva comedia laboral de los hermanos Caballero
Uno de los axiomas que más escucha uno a medida que se hace mayor es ese de que en las bodas se llora y en los funerales se ríe. Como es natural, evitamos darle demasiado espacio a los pensamientos sobre la muerte en nuestro día a día, convirtiéndolos en tabú. ¿Y a dónde nos puede llevar ese tabú? Pues a un miedo hiperbólico al final de nuestros propios días o a todo lo contrario. Quizá por eso funcione tan bien una serie cómica como Muertos S.L.
Los hermanos Caballero, en esta ocasión de la mano de Movistar+, nos traen una sitcom enmarcada en la funeraria Torregrosa, cuyo director general acaba de —ironías de la vida— fallecer. Desesperado por ocupar la nueva vacante como líder del negocio, Dámaso, comercial de la funeraria, usa todo tipo de artimañas para extender su influencia. Mientras Dámaso pugna con los herederos del difunto director, tanto él como el resto de trabajadores de la funeraria Torregrosa hacen frente a una serie de infortunios disparatados que los ponen en jaque día a día.
¿Qué hace disfrutable a Muertos S.L.? ¿Cuáles son sus grandes aciertos? ¿Conseguirá consolidarse como una gran comedia de largo recorrido junto al resto de producciones de los Caballero? Hablamos de todo esto a continuación. ¡Sin spoilers!
Familia fúnebre
Esa frase tan grimosa que tuvo a mal ponerse de moda en las empresas hace unos años, “somos como una gran familia”, tiene cierto aire de verdad en una comedia como Muertos S.L. En el sentido más literal, la trama que vertebra todos los capítulos tiene esa lucha por el poder que comentaba arriba. Por un lado, el viejo régimen personificado en Dámaso; por otro, la familia Torregrosa conspirando para destruir o experimentar con el negocio. Pero es en cómo se relacionan los empleados de la Funeraria Torregrosa donde se ve esa dinámica más familiar que puede ser el triunfo o perdición de cualquier comedia coral.
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Afortunadamente, no es ningún secreto que los Caballero y su equipo le tienen pillado el punto a este tipo de serie. Cada personaje encaja en un arquetipo cómico que reacciona de manera clara y precisa con cualquiera de sus compañeros de trabajo. Mientras que la primera temporada de cualquier otra comedia tardaría en hacer que conociéramos a sus personajes, Muertos S.L. nos lleva desde el principio a encontrar el oro que esconden en su interior. La serie va rápido porque sabe lo que quiere contar y lo hace de la mejor manera posible: exprimiendo al máximo las premisas cómicas de sus personajes.
Fotograma de Muertos S.L. | Movistar+
Comedia laboral bien destilada
Seamos serios: todos hemos tenido a ese tipo de compañero de trabajo al que mataríamos con nuestras propias manos si pudiéramos. Alguien insoportable a tu lado siempre es malo, pero si además te toca aguantarlo durante toda una jornada laboral te acabas volviendo loco. Esa fuente inagotable de conflicto es la que busca a toda costa cualquier sitcom, y es la razón por la que tantas de las series que nos encantan siguen este esquema. Muertos S.L. juega a un juego sencillo, pero entiende bien las normas y hace parecer fácil lo que muchos mueren intentando. Guste más o menos la comedia que maneja la serie (a mí, gustándome, me parece que aún puede pecar de irregular), es inevitable admitir que el funcionamiento de la serie es impecable.
Y esta es la razón de nombrar este artículo con la palabra “antivelatorio”: Muertos S.L. ha demostrado ser una apuesta más que sólida para seguir entreteniéndonos durante mucho tiempo más. De momento sabemos que hay una segunda temporada en producción, y solo podemos esperar que los hermanos Caballero tengan la oportunidad de darnos otra comedia tan longeva como esas a las que nos han acostumbrado.
Fotograma de Muertos S.L. | Movistar+