¿Qué tienen en común el arte dramático y el asesinato a sueldo? ¿Es posible cambiar completamente de vida de la noche a la mañana? ¿Hasta qué punto nos definen nuestros errores del pasado?
Estas preguntas son las que plantea la sorprendente serie original de HBO Barry (Alec Berg y Bill Hader) desde su estreno en 2018. Esta ácida comedia —que actualmente cuenta con tres temporadas— nos pone en los zapatos de Barry Berkman, un sicario que recibe como encargo asesinar a un estudiante de arte dramático en Los Ángeles. Cansado de ser el que aprieta el gatillo, Barry decide que este será su último trabajo: abandonará su vida como asesino profesional para perseguir su nuevo sueño de convertirse en un famoso actor.
Tanto si eres fan acérrimo de Barry como si nunca has oído hablar de ella, en este artículo te invitamos a repasar dos de los puntos clave de la fantástica comedia negra de HBO Max: sus personajes y la constante evolución de su formato. ¡Sin spoilers!
Un terreno pantanoso
Barry es una serie que se mueve con seguridad. Como cualquier comedia medianamente competente, encuentra en sus carismáticos personajes un gancho inmediato con el público. Pero no se trata solo de que el señor Cousineau —el profesor de arte dramático de Barry— sea un presuntuoso sacacuartos, o que la ambición de Sally —una intensa aspirante a actriz profesional— la aísle casi por completo de la realidad. Todos esconden una gran cantidad de dolor dentro.
Claro que la llegada de Barry al grupo de teatro del señor Cousineau trastoca las vidas de quienes le rodean; sus relaciones con los demás están empañadas por su periodo en el ejército y trabajando como sicario. Sin embargo, no desentona tanto como podría esperarse en un principio. Barry está roto y fuera de lugar, sí, pero ¿no lo están todos?
Fotograma de Barry
En este ecosistema no es tan difícil salir a flote como no arrastrar a todo el mundo al hacerlo. Barry, desde su egoísmo completamente entendible, toma la decisión de huir hacia delante para abandonar su violenta vida. No es casualidad que, por más que intente escarbar para salir a flote y quedar impune de todos sus errores, la gente que le rodea acabe, directa o indirectamente, peor que antes. Tampoco es casualidad que el viaje de Barry sea cada vez más oscuro y menos cómico, lo que nos lleva a...
Una evolución constante
La nominación de Barry a los premios Emmy de este año no es más que otro síntoma de la calidad y el ingenio que caracterizan esta serie. Esta ficción, que se erige sobre unos cimientos de indudable saber hacer televisivo, ha sabido evolucionar a lo largo de sus tres temporadas, llevando a sus seguidores por un viaje no solo de acción e intrigas, sino también de fuertes cambios de tono e idas y venidas de personajes complejos.
Barry casi parece una serie distinta de una temporada a otra. Esto, que podría interpretarse como algo negativo, lo digo como algo que admiro. No se trata solo de que Barry no tenga una “fórmula” que explote hasta la saciedad —cosa que tampoco hace necesariamente mala a una serie, no nos equivoquemos— sino que sus showrunners tienen muy claro en qué parámetros es posible hacerla evolucionar.
Fotograma de Barry
Hay un claro contraste entre cualquier capítulo de la primera temporada y la desgarradora season finale de la tercera. Incluso en sus momentos más oscuros, la primera temporada nos planteaba un divertido juego de pin pon en el que Barry era la pelota y los jugadores el mundo de la interpretación y el crimen organizado. Lo que nuestro personaje aprendía de uno, lo aplicaba al otro y viceversa. Ver la conjunción de esos dos ámbitos en el personaje de Barry tenía un interés muy particular que pierde relevancia en su siguiente temporada en favor de otro concepto distinto, innovador y que a su vez da paso a una tercera aún más diferente.
La virtud de la ficción de Berg y Hader es hacer, de lo tremendamente difícil, algo tan sencillo que resulta hipnótico. Y lo mejor de todo es que el equipo de la serie aprovecha la aparente sencillez de Barry para crear una comedia de enredos con un trasfondo y universo con matices realmente oscuros. Y es que una serie que logra ser divertida, absurda, violenta y existencial en un mismo capítulo de media hora se merece toda nuestra admiración.
Aunque aún no sabemos cuándo llegará la cuarta temporada de Barry, si atendemos a su trayectoria, podemos estar más que seguros de que nos traerá algo muy familiar, pero totalmente distinto a la anterior.
¿Dónde puedes ver Barry?
Barry es una serie original de HBO Max.