Breaking Bad está de cumpleaños. La ficción creada por Vince Gilligan llegaba a la tele por cable por primera vez hace 15 años, grabándose para siempre en las retinas de la cultura pop. Considerada una de las mejores series de todos los tiempos, la epopeya narra de forma magistral el descenso a los infiernos de Walter White, un profesor de química que entra en el negocio de las drogas para asegurar el futuro de su familia antes de que un cáncer terminal se lo lleve por delante.
El legado que dejó es innegable, regalándonos a uno de los antihéroes más queridos y mejor construidos de la televisión, una cinematografía muy superior a lo que acostumbraba la ficción seriada de su época y un guion excelente que se preocupa de cocinar sus elementos a fuego lento. Con ese nivel es muy difícil escoger qué capítulos son los mejores. Así que, mientras Walter sopla las velitas desde el más allá, te recordamos 7 episodios imprescindibles para el universo de Breaking Bad.
El gato está en la bolsa... (1x02, Adam Bernstein)
El segundo episodio es el que de verdad te mete de lleno en lo que la serie ofrece. Tras una escabechina de principiantes en su primera incursión delictiva, Walter y Jesse deben hacer frente por primera vez a las consecuencias de unos actos que, claramente, les vienen grandes. La escena de la bañera es todo un icono de la televisión.
Loco puñado de nada (1x06, Bronwen Hughes)
El primer punto de no retorno en la caída en espiral de Walter. Se establecen los roles del negocio entre el protagonista y su ayudante: Él se encargará de cocinar la droga y Jesse la venderá en la calle. Los efectos de la quimioterapia lo llevan a raparse la cabeza, afianzando el aspecto que llevará durante toda la serie. Además, utiliza por primera vez el nombre con el que se abrirá paso en el mundo del crimen: Heisenberg.
Mejor llama a Saul (2x08, Peter Gould)
El episodio introduce a Saul Goodman, el abogado trilero de ética dudosa que pasará a ser el mayor alivio cómico de la serie, convirtiéndose en un personaje fijo a partir de la tercera temporada para luego tener su propio spin-off a modo de precuela: Better call Saul (Vince Gilligan y Peter, 2015-2022).
Mosca (3x10, Rian Johnson)
Uno de los capítulos más referenciados y polémicos de la serie, además de un ejemplo magnífico de episodio botella. Una mosca se cuela en el laboratorio con el peligro de contaminar el producto, dando pie a una intensa cacería donde la relación de Walter y su discípulo muestra todas sus fricciones y pone sus conflictos a flor de piel.
Semisótano (4x11, Scott Winant)
Episodio responsable del plano más famoso de la serie, en una de sus escenas más desquiciadas. Capítulo tenso donde los haya, un viaje con la muerte en los talones donde se produce otro punto de inflexión en el protagonista y en su matrimonio, con un Walter que desaparece para ser devorado al completo por Heisenberg. Esa transición desgarrada de llanto a risa se clava en los espectadores para siempre.
Cara a cara (4x13, Vince Gilligan)
El cierre de la cuarta temporada nos regala el jaque mate de la larga partida de ajedrez entre Walter y Gus, cabecilla de Los Pollos Hermanos. Un final que abre boca para el último tramo de la serie y nos deja una de las muertes más memorables de la historia de la televisión, que pese a su exquisito maquillaje y la finura de sus efectos, no pretende presentarse como realista: está demasiado ocupada siendo icónica.
Ozymandias (5x14, Rian Johnson)
Directamente, este episodio se considera uno de los mejores de la historia de la televisión. Contemplamos lo que definitivamente puede considerarse la caída de Heisenberg, y cómo este arrastra a Walter White en su descenso. En el último tramo de la historia, con todas las piezas colocándose en su lugar, Ozymandias es el principio del fin.
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