El 18 de junio se estrenó en cines In The Heights (Jon M. Chu, 2021), la adaptación a la gran pantalla del musical con el mismo nombre que puso a Lin-Manuel Miranda, su creador, en el mapa. Cuenta la historia de Usnavi, un chico que vive en Washington Heights —un barrio predominantemente latino—, pero acabamos viendo también las historias de todas las personas que viven allí y, a través de ellos, la importancia de tener sueñitos y de no parar hasta conseguirlos.
In The Heights no es la única película que nos incita a esto. La importancia de seguir a nuestro corazón y ser honestos con nosotros mismos es algo que el cine lleva intentando inculcarnos desde que el tiempo es tiempo. Por ello, en esta lista vamos a hablar de otros cinco musicales que nos animan a buscar nuestro lugar en el mundo:
1. Billy Elliot (Stephen Daldry, 2000)
«Siento que vuelo como un pájaro, como si fuera electricidad»
Es imposible hablar de historias que nos motivan a encontrar nuestra pasión sin hablar de Billy Elliot. Aunque no haya grandes números musicales ni sus protagonistas canten, lo debemos considerar un musical. Se dice que en ellos los personajes cantan cuando hablar no les es suficiente para expresar sus emociones, y rompen a bailar cuando cantar se queda corto. Y esto es lo que pasa en Billy Elliot:
Basada en una obra de teatro y llevada a escenarios como musical años después, Billy Elliot cuenta la historia de Billy, un chico de 11 años que descubre que en vez de boxear, lo que de verdad le gusta es bailar ballet. Hará todo lo posible para aprender y conseguir alcanzar su sueño de ser bailarín profesional, pero no le será fácil. De fondo, vemos las huelgas de trabajo que sufrieron los mineros en los 80 en Inglaterra, estando su padre y hermano en el centro de todo. Será gracias al amor que siente su padre por él y por su desbordante pasión por la danza que veremos cómo Billy logra, al final, dar los pasos necesarios para alcanzar su sueño.
2. Hairspray (Adam Shankman, 2007)
«Un día el mundo se despertará y nos verá a Baltimore y a mí»
Basada en la película de 1988 y en la adaptación musical de Broadway de 2002, Hairspray rebosa buen rollo y optimismo por todos sus poros. Tratando temas tan relevantes como son la aceptación de uno mismo y la segregación racial, consigue contar una historia divertida pero con un mensaje claro: las cosas debían cambiar en los 60, y siguen debiendo cambiar ahora.
Fotograma de Hairspray
Tracy Turnblad es una chica adolescente más, que adora bailar y cantar. Pero no le será fácil conseguir su sueño: le dirán que no por su peso, por su nivel socio-económico, por sus amistades… Pero Tracy acabará consiguiendo lo que se propone gracias a su optimismo e incapacidad de rendirse al desaliento. Uniendo fuerzas con sus amigos y su familia, la veremos triunfar, y sentiremos que, en una pequeña parte, triunfamos nosotros también.
3. Sing Street (John Carney, 2016)
«Si no te vas ahora no te irás nunca»
De la misma manera que el sueño de Billy no se hubiese hecho realidad sin la ayuda de su padre, en Sing Street el sueño de Conor no se hubiese cumplido sin el sacrificio de su hermano, Brendan:
Lo que parece de primeras una simple historia de amor adolescente y covers de canciones famosas, se transforma poco a poco en una historia de búsqueda de uno mismo. En vez de seguir haciendo versiones musicales sin ningún tipo de dirección, Conor descubrirá su verdadera pasión guiado por el conocimiento musical de su hermano mayor: escribir canciones originales. Podemos entrever que lo que hace Connor es lo que hubiese querido hacer Brendan, y por eso, cuando al final Conor se va de Dublín, nos sentimos felices por él y a la vez tristes por la persona que se queda. La que fue incapaz de irse a tiempo, y la que anima a que Conor se vaya: su hermano mayor.
4. Vaiana (Ron Clements, John Musker, 2016)
«Pase lo que pase, sé mi camino»
Vaiana es una chica de una isla que ama el mar. No es una princesa, es la hija del Jefe. Y, según ella, la persona menos indicada para salvar a su pueblo… Hasta que descubre que, en realidad, el mar siempre la había estado llamando a ella, y que sí que es la única capaz de poner fin a una destrucción inminente.
El mayor conflicto para Vaiana desde el principio es no saber quién es. Reconoce que su lugar está en su isla, liderando a su gente, pero su corazón no puede evitar sentir que debería estar surcando los mares. Este tira y afloja llegará a su fin cuando descubra que sus antepasados eran viajeros, pero que por culpa de las acciones de Maui, el mar se volvió un sitio inhabitable. Conseguirá liberar a Te Fiti y restaurar el statu quo de su pueblo: viajarán de nuevo por los mares, encontrando y levantando nuevos poblados y siguiendo el ciclo natural de su historia.
5. Hamilton (Lin-Manuel Miranda, 2015)
«Hay un millón de cosas que no he hecho aún, pero espera...»
No podemos hablar de In The Heights sin mencionar a Hamilton. Lin-Manuel Miranda parece tener una obsesión con el legado y la importancia de lo que dejamos cuando nos morimos. Comenzó este mensaje en In The Heights, pero terminó de desarrollarlo en Hamilton.
Fotograma de Hamilton (Disney+)
Alexander Hamilton está obsesionado con su futuro y, a la vez, con lo que dejará para la posteridad. En la historia y la Historia. Quiere formar parte de ella y nada ni nadie le parará hasta que lo consiga, con un único problema: jamás verá en qué se convirtió su legado. Y además, será solo gracias a su mujer, Eliza, que se conocerá siquiera. Porque aunque Hamilton nos incite a seguir nuestros sueños y no parar de luchar hasta que se conviertan en realidad, también nos deja claro un segundo mensaje igual de importante: que a veces, conseguir lo que queremos no significa conseguir lo que necesitamos.
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