Hoy se estrena en HBO Max la tercera y última temporada de La materia oscura (Jack Thorne, 2019-2022). La serie, que adapta la trilogía homónima de Phillip Pullman, se recibió en su momento como una oportunidad de redimir el desastre que supuso en 2007 La brújula dorada (Chris Weitz).
Un showrunner con buena trayectoria, grandes partidas de presupuesto para efectos digitales (algo vital para esta historia en concreto), un elenco más que solvente… En un mundo ideal, estos serían los ingredientes infalibles para una serie excelente, pero la televisión rara vez funciona así. Y es que, aunque La materia oscura dista de ser una mala serie, a lo largo de sus primeras dos temporadas ha tropezado más de lo que nos gustaría.
Así que, con el estreno de su última entrega, vamos a analizar qué nos ha dado hasta ahora, y si podría ser una mejor adaptación.
Limitaciones del formato
Fotograma de La materia oscura
No descubrimos la pólvora a nadie si afirmamos que ni el ritmo ni los códigos de un libro y una serie de televisión son totalmente iguales. De ahí que adaptar una obra existente sea tan complejo (en ocasiones, más) como crear una original. Sin embargo, hay varias formas de capear estas diferencias para dar lugar a una buena ficción (o intentarlo). El caso más reciente y polémico podría ser el de Los Anillos de poder (McKay y Payne, 2022-), que utilizó el canon de Tolkien como mera inspiración para contar su propia historia.
En el caso de La materia oscura, Jack Thorne tomó una decisión curiosa: plegar los libros unos sobre otros, adelantando tramas y personajes. Así, aunque en la primera temporada aún no nos tocaba conocer a Will, nos lo presentaban en una especie de trama de persecución más cercana al thriller de lo que correspondía al personaje.
Los problemas derivados de este cambio no lo son tanto por no seguir la linealidad original de los libros como por exigir más tramas y aspectos nuevos de cada personaje, que en nuestra opinión, no han alcanzado su potencial. Durante su segunda temporada se siguió un patrón parecido, que nos permitía explorar por un lado el mundo de las brujas, del que siempre querremos saber más; pero también daba bola a las partes menos interesantes (o inventaba otras con poca inspiración) de los personajes que aún están por venir. Hasta despedirnos de La materia oscura tiene su lado positivo: esta temporada tiene por delante la misión de adaptar un único libro, así que no se verá obligada a adelantar eventos posteriores.
Atmósfera de cuento
Fotograma de La materia oscura
Aunque a lo largo de los libros originales se exploraban varios temas sumamente complejos —desde el primer amor hasta literalmente matar a Dios—, sobre la historia sobrevolaba la impresión de estar en un mundo de fantasía sencillo, casi como de cuento. Con el estreno de la primera temporada de La materia oscura asistimos a una versión mucho más centrada en llevar a la pantalla lo que tarde o temprano acabaríamos descubriendo: una versión alternativa a nuestro universo.
Así, la fantasía y la estética steampunk, dentro de su condición de mágicos y espectaculares, se acercaban más a una identidad visual y narrativa realista que su adaptación anterior. Esto no es ni bueno ni malo: sencillamente es un síntoma de la dirección en la que Thorne y su equipo han querido llevar La materia oscura. Por desgracia, para darle ese toque, La materia oscura se ha alejado de ese aura que hacía mágicos hasta los momentos más crueles, para hacer algo más genérico y plano.
En resumen, la experiencia de La materia oscura podría haber sido mejor en sus dos primeras temporadas. Desde problemas serios de ritmo hasta tramas que tardan en entrar en vereda, la adaptación ha tenido momentos desafinados que lastran su conjunto, pero estamos deseando volver con Lyra, Will y Pan para ver cómo acaba su aventura.
Aunque imperfecta, La materia oscura ha brindado a los fans de la saga literaria algo que llevaba ansiando desde hace años: una adaptación conclusa de los libros. Y eso siempre es algo para celebrar.
¿Dónde puedes ver La materia oscura?
La materia oscura está disponible en HBO Max.