Históricamente, las tradiciones asociadas al solsticio de invierno celebraban que, a partir de esa fecha, los días empiezan a crecer de nuevo y, de alguna manera, “la luz vence a la oscuridad”. Pero para los que somos más nocturnos, la noche más larga del año también es motivo de celebración en sí misma. Aunque a menudo las pasemos durmiendo, todos hemos tenido alguna memorable y sabemos que pueden pasar muchísimas cosas entre la caída y la salida del sol. Hoy celebramos la noche más larga del año con 10 películas que se desarrollan a lo largo de una sola noche.
La jungla de cristal (John McTiernan, 1988)
Para noche movidita, la de Bruce Willis en esta mítica cinta que, sin ser navideña, es todo un clásico de Navidad. Cuando un terrorista se hace con un rascacielos y secuestra a un grupo de rehenes, el policía John McClane consigue escapar y no duda en presentar una batalla agotadora y trepidante, a pesar de la clara desventaja numérica. Si aún no la has visto, deja de dudar: es una de las grandes películas de acción de los 80 y, además, la favorita de Jake Peralta.
Coherence (James Ward Byrkitm, 2013)
Las sombras de la noche desdibujan un poco el mundo y hacen que lo conocido parezca ajeno. Así es fácil desorientarse, claro. Después de un paseo nocturno, los protagonistas de Coherence dudan incluso de seguir en su universo, o de que sus amigos sean las personas que eran. Todo parece igual, pero a la vez es distinto, y entre teorías y pruebas desesperadas su noche se va enredando sobre sí misma en una asfixiante e interesante propuesta de ciencia ficción.
¡Jo, qué noche! (Scorsese, 1985)
¡Jo, qué noche! nos invita a la ciudad que nunca duerme para pasar con Paul Hackett la peor noche de su vida. Agobiado entre la fauna nocturna de la ciudad, a la que no está nada acostumbrado, e incapaz de encontrar la manera de volver a casa, el neoyorquino toma una mala decisión tras otra y empieza a sumar catástrofes sobre sus hombros. La tensión, la comedia y la desesperación se enredan este mítico trabajo de Scorsese que deja al espectador tan exhausto como a su protagonista.
La noche de los muertos vivientes (George A. Romero, 1968)
El género que más ha usado el marco de una sola noche para sus historias es, por supuesto, el terror. Al fin y al cabo, la noche es el hogar de las pesadillas. En esta lista cabrían Halloween, REC y tantas otras, pero le damos el puesto a este clásico que ha inspirado a muchas de las obras que vinieron detrás. Cuando las radiaciones de un satélite provocan que los muertos salgan de sus tumbas, unos vecinos se refugian en una granja. Con este sencillo argumento, Romero revisó los códigos utilizados hasta entonces y marcó un nuevo comienzo para el cine de terror.
Los teleñecos en Cuento de Navidad (Brian Henson, 1992)
Otro clásico de las noches es que, justo cuando intentas conciliar el sueño, tu cerebro empieza a echar humo y darle vueltas a todo. Quizá por eso Dickens creyó que era el momento perfecto del día para enviarle tres fantasmas al señor Scrooge que lo obligaran a reflexionar sobre su vida. Brian Henson hace con los teleñecos una brillante adaptación de Cuento de Navidad, que entrelaza con calidez la magia, el ingenio y su espíritu didáctico. La esencia de los teleñecos, vaya.
Noche en la Tierra (Jim Jarmusch, 1991)
Jim Jarmusch nos monta en cinco taxis para hablarnos de la noche y de la gente de cinco ciudades del mundo. Desde que atardece en Los Ángeles hasta que amanece en Helsinki, viajamos a Nueva York, a París y a Roma, y también del drama a la comedia o de la intimidad al esperpento. No todas estas historias independientes funcionan igual de bien, pero el conjunto es, cuanto menos, curioso y digno de ver.
Locke (Steven Knight, 2013)
Ivan Locke se atrinchera en la intimidad que ofrece conducir un coche en mitad de la noche para, precisamente, exponerse y sincerarse, asumir culpas, saldar cuentas pendientes y reparar los daños que ha causado. De llamada en llamada, en tiempo real y sin salir del coche, se va desarrollando esta historia envolvente y claustrofóbica, con una gran carga emocional que Tom Hardy controla a la perfección.
Noche de juegos (John Francis Daley, Jonathan Goldstein, 2018)
Por la noche siempre es más fácil que todo se desmadre, incluso una inocente reunión con amigos para echar unos juegos de mesa. Sobre todo si eres tan competitivo como Max y Annie y tienes un pariente al que le gusta mucho llamar la atención. La plácida noche deriva en una carrera a vida o muerte con héroes improbables, sangre, acción y un humor trabajadísimo. Noche de juegos reúne —salvo por el exceso de actividad física— lo que cabría esperar de cualquier noche de juegos: gente pesada y mucha diversión.
Malos tiempos en El Royale (Drew Goddard, 2018)
Siete desconocidos coinciden una noche en el decadente hotel El Royale. Sus muy particulares objetivos, métodos y trasfondos son los ingredientes precisos para alimentar una tensa trama de intriga y violencia que se va construyendo desde distintos puntos de vista. El placer de ir descubriendo a los personajes a medida que avanzan en sus maquinaciones es razón suficiente para pasar una última noche en El Royale.
Good Time (Ben y Joshua Safdie, 2017)
Tras un robo que sale mal, Connie Nikas se pasa la noche recorriendo los rincones más profundos de Nueva York, en un desesperado intento de conseguir el dinero que saque a su hermano de prisión. En esta propuesta indie de los hermanos Safdie brilla sobre todo el trabajo de Robert Pattinson, en su papel de paria de dudosa moral que no deja de lado la emotividad del amor fraternal. A través de su odisea, Good Time perfila un retrato de la marginalidad y la subcultura de nuestros días con un estilo crudo, mugriento y tan realista que casi se puede oler.
¿Dónde puedes ver estas películas?
La jungla de cristal (Disney+), Jo, ¡qué noche! (HBO Max), La noche de los muertos vivientes (Filmin, FlixOlé), Los teleñecos en Cuento de Navidad (Disney+), Noche en la Tierra (Filmin, Movistar+), Locke (Filmin), Noche de juegos (Prime Video, HBO Max), Malos tiempos en El Royale (Disney+), Good Time (Netflix).