1 comentario en «Hijos de la diáspora: Campanella y Vientos de Agua»

  1. Hasta los 39 años patria era para mí «el lugar donde se ha nacido, donde vives y trabajas y ves crecer a tus hijos». A los 40 comprendí sentada en la mesa del restaurante «El Gallego», Tunuyán, Mendoza, Argentina, que patria «es el lugar donde está el caldero que da de comer a tus hijos». Frase que me dijo el gallego, inmigrante español a causa de la guerra civil española, cuando le conté que mi familia y yo emigrábamos a España en busca de un futuro mejor. Al leer este artículo y por haber visto cuatro veces la magnífica obra «Vientos de Agua» de Campanella, recuerdo la historia de nuestra familia: primera guerra mundial, familia europea emigra a Argentina, construyen su historia familiar en el lugar totalmente diferente al que provenían, nacimiento de hijos y nietos; año 2000, nietos y bisnietos hartos de crisis económicas, corrupción política e hiperinflación emigramos a Europa en busca de nuevos horizontes. Hoy después de 21 años puedo decir que «por ahora» lo logramos pero como los protagonistas de la serie, pagando un coste muy alto: pérdida de seres queridos y en los boomers de la familia «el corazón partío» y muchas veces como versa el tango «mirando al sur». Excelente mirada crítica a la serie «Vientos de Agua», coincido con la autora: inmigración, dispersión, dislocación, nostalgia… son dolores que no caben en ningún texto.

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