Este verano nos hemos vuelto mochileros, en parte porque nos gusta la aventura, pero sobre todo porque al precio al que está la gasolina no podemos ni sacar el coche del garaje. Si alguna vez habéis fantaseado con un interrail con amigos, durmiendo en estaciones de tren y amaneciendo cada día en una ciudad distinta, estas 10 propuestas os serán útiles para organizar vuestro recorrido por Europa.
Bilbao: Juego de Tronos (Benioff, Weiss, 2011-2019)
Una de las series más populares de la pasada década escogió nuestros variados paisajes para dar vida al fantástico mundo de George R.R. Martin. Desde Cáceres hasta Girona, pasando por el Real Alcázar de Sevilla, si alguna localización de Juego de Tronos te ha quitado el aliento, es probable que la tengas a un tiro de piedra en la realidad. Nuestro interrail comienza en la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, en Bermeo; que dio vida a Rocadragón, fortaleza ancestral de la Casa Targaryen.
París: Al final de la escapada (Godard, 1960)
La primera parada es una que no puede faltar en todo viaje por Europa. Nuestros guías por la ciudad de las luces serán Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg, a quienes acompañaremos en un agradable paseo por los Campos Elíseos para terminar viendo cómo cae la noche sobre el Arco del Triunfo. Aunque quién sabe, tal vez nos dé por improvisar y quedarnos con ellos en una habitación de hotel cualquiera.
Brujas: Escondidos en Brujas (McDonagh, 2008)
No sé qué tipo de fechorías habréis hecho en París, pero tenemos que subir de nuevo al tren y huir del país hacia Bélgica. Escondidos en Brujas es una comedia negra sobre dos criminales que, mientras esperan instrucciones, descubren una ciudad que parece sacada de un cuento. Este otoño, el director Martin McDonagh volverá a formar equipo con Colin Farrell y Brendan Gleeson en The Banshees of Inisherin, ambientada en una remota isla irlandesa.
Berlín: Good Bye, Lenin! (Becker, 2003)
De nuevo en tono de comedia, viajamos a Berlín en la época en la que el muro dividía Alemania en dos bandos irreconciliables. Alex, interpretado por el actor de raíces barcelonesas Daniel Brühl, monta una farsa para hacer creer a su madre que todavía vive tras el telón de acero del bloque soviético. La mayoría de las escenas fueron rodadas en la Karl-Marx-Allee en Berlín y alrededor de las Plattenbauten cerca de la Alexanderplatz.
Praga: Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el armario (Adamson, 2005)
No seremos nosotros los que hablemos mal del tren como medio de transporte, de hecho ya le hemos dedicado un par de artículos. Pero eso de meterse en un armario e inmediatamente viajar a un mundo paralelo es mejor incluso que ir junto a la ventanilla y sin nadie al lado. Los fans de la saga de Las crónicas de Narnia vieron cómo la reserva natural de Cesky raj, el Paraíso Checo, así como su capital, daban vida al invierno eterno de la Bruja Blanca.
Viena: El tercer hombre (Reed, 1949)
Un clásico del cine negro y sin duda una de nuestras favoritas. Un escritor de novelas pulp viaja a una Viena medio derruida tras la guerra a resolver el misterio del supuesto fallecimiento de su mejor amigo de la infancia. La forma en que Carol Reed graba la capital austríaca hará que hasta el alcantarillado os parezca bonito.
Budapest: El topo (Alfredson, 2011)
Una película que tal vez no tuvo el impacto internacional que su impresionante elenco presupone. El topo mezcla el género de espías con el misterio cuando, tras una misión fallida en Budapest, el veterano George Smiley (Gary Oldman) se infiltra en la inteligencia británica para descubrir cuál de sus ex compañeros es un agente doble soviético. La trama es tan complicada como parece, así que los que no somos tan avispados para seguirla nos deleitamos con las vistas que nos deja de la ciudad húngara.
Roma: La dolce vita (Fellini, 1960)
En nuestra siguiente parada nos convertiremos en paparazzis que deambulan de fiesta en fiesta de la alta sociedad romana. El fotógrafo Marcello Rubini (Marcello Mastroianni) nos hace un tour por toda Roma en busca de una exclusiva. La dolce vita no se estrenó en España hasta 1980 debido a que el Vaticano catalogó su contenido como obsceno, hoy en día sabemos que la verdadera obscenidad sería perderse este clásico del cine italiano.
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Mónaco: Goldeneye (Campbell, 1995)
Nos volvemos a meter en el papel de espías para ver la primera película de la saga James Bond protagonizada por Pierce Brosnan, en nuestra humilde opinión el verdadero agente 007. Goldeneye también fue la película que convirtió a Judi Dench en la primera mujer que interpretó a M, la implacable jefa del MI6; y nos traslada al glamuroso barrio de Montecarlo, en nuestra última parada antes de volver a casa.
Barcelona: Todo sobre mi madre (Almodóvar, 1999)
Terminamos nuestro trayecto pero dejamos lo mejor para el final. Almodóvar abandona por primera vez la ciudad de Madrid en una historia que le haría ganar el Óscar a mejor película de habla no inglesa. Para nosotros, que somos menos ambiciosos, el premio es presenciar el choque entre la estética del director manchego y los impresionantes escenarios de la Ciudad Condal.
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¿Dónde puedes verlas?
Juego de Tronos (HBO Max), Al final de la escapada (Filmin), Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario (Disney+), El tercer hombre (Prime Video, Filmin), El topo (Prime Video, Filmin, Movistar+), La dolce vita (FlixOlé), Goldeneye (Prime Video), Todo sobre mi madre (Netflix).
Me gusta. El cine me salva se la neurosis. No tanto, pero casi.
Me gusta. El cine me salva se la neurosis. No tanto, pero casi.