«Cuando mis ojos se posaban en ella, todo mi cuerpo de pájaro encontraba la felicidad y la calma que solo las madres nos saben dar»
Beatriz y Henrique se casan cuando ella tiene 21 años. Él, marinero, pasa largas temporadas en el mar mientras ella cuida de sus hijos en tierra. Jacinto, que siempre soñó con convertirse en pájaro, es uno de los seis hijos de Beatriz y Henrique, y es el padre de la directora, Catarina Vasconcelos.
En La metamorfosis de los pájaros (2021), Catarina Vasconcelos hace un retrato de su familia a través de la correspondencia de sus abuelos cuando él estaba en el mar, del recuerdo de la infancia de su padre y de sus propias memorias de la muerte de su madre. Desafía las reglas de las historias —"igual que los pájaros desafían la gravedad"—, para hablarnos de la vida y la muerte, del amor, de la familia y de los recuerdos.
Trailer de La metamorfosis de los pájaros, en cines desde el 3 de septiembre de 2021
El misterio de la muerte
Jacinto, siendo pequeño, le pregunta a su madre si el mar y los árboles estaban allí antes de llegar él. Esa es su forma de descubrir la dolorosa verdad de la existencia, y así empieza a asumir la muerte: comprende que las personas estamos de paso, pero también que todos, incluso los padres de los padres de nuestros padres, hemos visto el mismo mar, la misma luna. Hay árboles que han visto crecer a nuestros abuelos y nos verán morir a nosotros. Así, a través de la naturaleza, Jacinto se enfrenta al miedo.
Los pensamientos sobre la muerte rondan la cabeza de la directora y rondan constantemente la película, aunque no se esté hablando de ello directamente. La metamorfosis de los pájaros habla de algo que une a todas las familias: cómo todas han tenido —y tendrán— que hacer frente a la muerte de las personas que, según el orden natural de las cosas, estaban antes de que estuviéramos nosotros. Ellas ya no estarán, pero sí estarán el mar y las plantas, y su legado en forma de historias, fotografías y la huella que dejan en los que nos quedamos en el mundo.
Fotograma de La metamorfosis de los pájaros
Es por eso que, para la directora, los recuerdos se convierten en un salvavidas, algo que podría ser lo único que le da sentido a la existencia. Los recuerdos personales, pero también los recuerdos de los demás: su padre, sus tíos, su abuela... Catarina se apropia de su memoria para intentar entender un poco más el misterio de su familia. No un misterio como algo tenebroso por descubrir, sino como una forma concreta de habitar el mundo que todas las familias tienen.
El misterio de la familia
La primera parte de la película se centra en Beatriz, la abuela de la directora, que cría a sus hijos sola, mientras su marido está en el mar. La metamorfosis de los pájaros habla del dolor de una mujer a quien la distancia le niega el amor, que tiene que vivir la maternidad sola, viendo cómo sus hijos crecen sin su padre y llegan a pensar que ha muerto, porque les han enseñado que morir es dejar de estar. También del dolor de un padre que se aferra a la escasa correspondencia y a una fotografía, que repasa una y otra vez, pensando que el cuerpo de sus hijos ya no cabrá en los límites del marco.
Fotograma de La metamorfosis de los pájaros
Todo en la película, la imagen, el texto y el sonido, es poético: las palabras suenan a poesía y las imágenes se mezclan entre ellas, casi como si rimasen: ese niño que se esconde tras las hojas, que después se convierte en adulto y hace exactamente lo mismo, es como una rima en imágenes. Pero también es un mensaje poético. Todas las personas, las generaciones, las familias, tienen que intentar comprender de cero lo que significa existir, estar conectados a los demás, volviendo constantemente al principio.
Al final, La metamorfosis de los pájaros recoge lo que la familia de la directora fue, es y será. Vemos en ellos aquello que todas las familias tienen: una forma de intentar entender la vida y la muerte, una forma muy concreta y única de usar las palabras y de elegir los silencios, y una burbuja —más o menos hermética— en la que todo sucede y que huele de una forma precisa y única. Vasconcelos entiende que no podemos escapar de quienes somos ni de dónde venimos, y una bonita manera de abrazarlo es hacer una película.