Huelen a cerrado, la carne se les cae a cachos y solo quieren una cosa: comerse tu cerebro. Con motivo del nacimiento de George A. Romero, cada 4 de febrero se celebra el día del Orgullo Zombie, y un montón de gente rarita nos unimos en comunión para admirar a una de las criaturas más famosas del cine de terror. Si te flipan los muertos vivientes, hoy en Milana te acompañamos a descubrir los orígenes y la evolución del zombie en el cine. Tranqui, que no mordemos.
Primeros pasos: el pensamiento mágico
Fotograma de La legión de los hombres sin alma.
La mitología del zombie surge en la zona de Haití, en relación con la opresión y la esclavitud. En la cultura popular haitiana, el zombie se presenta como un muerto que ha sido resucitado por un hechicero vudú para utilizarlo como esclavo. Si bien no se hace mucha diferenciación entre cadáveres reanimados y espíritus descarnados sin voluntad, ha sido el arquetipo de muerto viviente el que trascendió al resto del mundo con la literatura del siglo XVII hasta hacerse popular en el siglo XX.
Desde su origen hasta la actualidad, el género de zombies ha estado unido a la serie B. El primer zombie del cine lo encontramos en La legión de los hombres sin alma (Victor Halperin, 1932), que adaptó sin muchos permisos una obra desafortunada de Broadway y llevó por primera vez la religión vudú a la gran pantalla.
La película sentó las bases de lo que sería el cine de zombies en los siguientes 30 años, caracterizado por un villano (con arquetipos tan dispares como el brujo, el científico loco, nazis e incluso extraterrestres) que posee un ejército de muertos reanimados y los utiliza para un plan malvado. De esta época cabe destacar películas como Yo anduve con un zombie (Jaques Tourneur, 1943) o Plan 9 del espacio exterior (Ed Wood, 1956), considerada la peor película de la historia del cine.
Fotograma de Yo anduve con un zombie.
Los muertos de Romero
En 1968, George A. Romero cambió el juego con la indispensable La noche de los muertos vivientes. Una película de presupuesto ridículo, rodada en blanco y negro y con un elenco de amigos y familiares rompió todas las expectativas y se convirtió en todo un éxito, encumbrando a George A. Romero como director de culto y poniendo a los zombies en primera fila.
Romero está detrás de varias películas de zombies que han marcado esta época, entre las que destaca El amanecer de los muertos de 1978. Con estas películas introdujo el arquetipo de zombie tal y como lo conocemos hoy en día en la cultura popular, sentando las normas del género.
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Fotograma de La noche de los muertos vivientes.
El muerto viviente pasa de ser un caso aislado y mágico a ser una horda sin inteligencia movida por la sed de sangre, reflejo de una sociedad de masas alienada y del miedo del individuo hacia una comunidad organizada con un mismo fin. Además, aleja la creación del muerto viviente a través de la magia negra y achaca su existencia a otros peligros como virus, sustancias químicas o radiación nuclear, claro eco de un mundo posterior a la Segunda Guerra Mundial.
De esta época son también La serpiente y el arcoíris (Wes Craven, 1988), que vuelve a los orígenes del zombie haitiano, o la gamberra Braindead: Tu madre se ha comido a mi perro (Peter Jackson, 1992). También es imprescindible nombrar la enorme influencia del videoclip de Thriller de Michael Jackson, uno de los mayores fenómenos del pop que contribuyó enormemente a la estética del zombie actual, con prótesis y maquillajes terroríficos y una vestimenta distinguible que dota de personalidad al individuo.
Zombies VS infectados
La compañía Capcom desarrolló Resident Evil para PlayStation en 1996. El videojuego marcó un nuevo cambio de paradigma al quitar el “muerto” de “muerto viviente”: el zombie pasaba a ser un ser humano vivo que, tras ser infectado por un virus, mutaba hasta convertirse en un ser violento, hambriento, sin raciocinio y que no se detiene ante el daño físico. El videojuego fue el comienzo de una prolífica saga que cuenta con varias adaptaciones cinematográficas de la mano de Paul W. S. Anderson.
Pocos años más tarde llegó 28 días después (Danny Boyle, 2002) y dio otra vuelta de tuerca al concepto de infectados, convirtiendo a los zombies en criaturas ágiles, fuertes y rabiosas, resucitando el género y sentando el nuevo tópico. En televisión encontramos Dead Set (Charlie Brooker, 2008), que llevó la locura del apocalipsis zombie a una edición del reality Gran Hermano, o la mítica The Walking Dead (Frank Darabont, 2010-Actualidad), basada en el cómic homónimo y que marcó a toda una generación.
Fotograma de The Walking Dead.
Los zombies llegaron a trascender el género de terror y dar el salto a la comedia con maravillas como Zombies Party (Edgar Wright, 2004) o Bienvenidos a Zombieland (Ruben Fleischer, 2009). En cuanto al cine patrio, no podemos hacer este artículo sin postrarnos de rodillas ante REC (Jaume Balargueró y Paco Plaza, 2007), una de las mejores películas de terror de la historia de España que dio otra vuelta de tuerca más al género, presentando a sus zombies como una horda de posesiones demoníacas que se transmiten a través de un virus.
Cada monstruo tiene su época, algunos van y vienen, pero parece que nuestros muertos vivientes más queridos llegaron al cine para quedarse. Tras este repaso sólo podemos desearos un feliz día del Orgullo Zombie a todos y daros un consejito final: apuntad siempre a la cabeza.
Fotograma de REC 2.
¿Dónde puedes verlas?
Plan 9 del espacio exterior (Mubi), La noche de los muertos vivientes (Mubi), The Walking Dead (Netflix), Zombies Party (Prime Video), Bienvenidos a Zombieland (Netflix), REC (Prime Video).