Ayer se celebraron los Emmy 2021 y Ted Lasso (Jason Sudeikis, Bill Lawrence, Brendan Hunt y Joe Kelly, 2020-) fue una de las grandes favoritas. Recibió un total de 4 Emmys, llevándose entre ellos el de Mejor Serie de Comedia.
Es curioso cómo la dinámica de la serie ha evolucionado en su segunda entrega. La intención de la primera temporada de Ted Lasso fue levantarnos el ánimo y hacernos sentir un poquito menos tristes en nuestras vidas. Aportó algo que necesitábamos: buen rollito. Pero cuando empezó a emitirse la segunda temporada en Apple TV+ nos preguntamos cómo iban a ser capaces de superar esa primera temporada que encandiló a tantos espectadores. Jason Sudeikis y Brendan Hunt (Ted Lasso y Coach Beard, respectivamente) lo han conseguido con algo muy simple: han añadido un nuevo concepto, y este es la importancia de buscar ayuda cuando la necesitamos para así llegar a ser la mejor versión de nosotros mismos.
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Para comprender bien esto, vamos a analizar los pasos que ha dado la segunda temporada de Ted Lasso para que sus personajes sean mejores:
Primer paso: superar la negación
Desde el primer episodio nos introducen a un nuevo personaje que va a desequilibrar el mundo de Ted: la doctora Sharon. La llegada de la psicóloga al club supone un cambio radical en la dinámica del equipo. Cuando los jugadores se sienten agotados, tristes o fuera de onda, no acuden a Ted, sino a Sharon. Parecería que la “doc” hiciese milagros: entran por la puerta derrumbados y salen a los pocos minutos como hombres nuevos. Se abren a ella y descubren que, hablando sobre cómo se sienten, sus problemas se solucionan antes; que guardándolo todo dentro resulta no ser lo más sano. Pero, ¿dónde deja esto a Ted? ¿A un Ted que confiesa que no cree en la terapia? Lo deja, literal y metafóricamente, fuera de juego.
Fotograma de Sharon en Ted Lasso
Es en una conversación entre Ted y Rebecca que verdaderamente se materializa el conflicto de la temporada. Ambos, habiéndose acercado mucho desde la primera entrega y teniendo una amistad muy estrecha, hablan de lo innecesario que consideran ir a terapia cuando se tienen amigos con los que desahogarse para, automáticamente después, negarse a hablar honestamente de sus problemas y hacer de menos todas sus preocupaciones. Y es que, para conseguir mejorar de verdad, lo más importante que tenemos que hacer es reconocer que existe un problema.
Segundo: reconocer que existe el problema
En el episodio The Signal, en el que Roy Kent y Jamie Tartt tienen un curioso acercamiento, Ted sufre un ataque de ansiedad. El motivo por el que está provocado no es relevante, ya que lo más importante de todo es cómo reacciona: decide, por fin, acudir a Sharon. Ella había estado continuamente buscando acercarse a Ted para que éste se abriese a ella —habiendo notado que tras su alegre fachada, había algo oscuro que le afectaba—, pero él se negaba una y otra vez. Finalmente decide buscar su ayuda cuando no le queda otra, y ni aún así le resulta fácil. Las primeras sesiones de terapia son incómodas; parece que Ted esté librando una lucha interior en la que no sabe si quiere o no recibir su ayuda. Porque una cosa que no nos dicen nunca es que, para mejorar, tenemos que hacer algo más que buscar ayuda: tenemos que saber aceptarla.
Fotograma de Ted Lasso
Tercero: aceptar la ayuda
El paso más duro de todos. Ese momento en el que tenemos que aceptar la vulnerabilidad que trae consigo abrirnos ante otra persona y revelar las peores partes de nosotros mismos. Es curioso como en Ted Lasso, hasta Sharon, la psicóloga a la que todos acuden, siente lo mismo que Ted: reticencia y miedo a aceptar cualquier tipo de ayuda externa. Ella, como muchos psicólogos, también va a terapia y está en contacto con sus sentimientos, pero su imposibilidad a la hora de aceptar ayuda reside en otro sitio. No quiere depender de nadie, ni cuando sufre un accidente, ya que considera que depender de otra persona es una debilidad.
No será hasta que acepte la ayuda de Ted y decidan, simplemente, ser honestos el uno con el otro, que comprenderá que la forma en la que había estado enfocando sus sesiones con Ted era la errónea. Para conseguir lo que queremos, primero tenemos que ser capaces de aprender a pedir lo que necesitamos y, en consecuencia, aceptarlo cuando alguien está dispuesto a dárnoslo.
Fotograma de Sharon y Ted en Ted Lasso
Es por esto que esta nueva temporada está resultando tan especial. Ha logrado que la necesidad de cambio y de mejorar no solo la sienta Ted; al contrario. Todos y cada uno de los personajes se enfrentan a algo: Jamie tiene que comprender que no va a conseguir lo que quiere mientras siga siendo un gallito —y la relación con su padre nos rompe el corazón—. Roy aceptará que no está listo para dejar de lado el fútbol, además de enfrentarse a problemas en su relación con Keeley. Esta, por su parte, se verá obligada a ser más vocal en sus necesidades y deseos, y ayudará a Rebecca a que lo sea también a la hora de buscar una nueva relación; tiene que hacer las cosas por sí misma. Nate tendrá que lidiar con sus propias inseguridades y aprender a manejar la validación externa. Coach Beard necesita una larga e intensa charla con Sharon.
Y todo esto ocurre sin dejar de lado lo que nos ofrece siempre la serie: humor, referencias a comedias románticas y episodios de Navidad en agosto.
Fotograma de Ted y Rebecca en Ted Lasso
Aún quedan varios episodios para terminar la segunda temporada, y si tomamos Coach After Hours como ejemplo, también quedan muchas sorpresas e historias nuevas por contar. Pero el mensaje principal que están sembrando es claro y directo: Ted Lasso es una historia seria, con mucho que decir, y sobre todo, que quiere ser mucho más que una simple serie de humor y fútbol.