Acaba de empezar el año, y es tradición que se nos llene la boca con un montón de propósitos y cambios que —esperamos— nos lleven a donde queremos ir. Esos cambios son un gran punto de partida para la ficción, y algunos personajes se toman demasiado en serio eso de “año nuevo, vida nueva”. Hoy os proponemos 6 películas donde sus personajes sufren un cambio de vida radical.
Una de un duelo errante: Nomadland (Chloé Zhao, 2020)
La maravillosa Nomadland irrumpió en 2020 llevándose el Oscar a Mejor película, Mejor actriz y Mejor directora. La crisis ha azotado duramente a Fern, que se ha quedado sin trabajo y sin hogar por el cierre de la fábrica de su ciudad. Tras la repentina muerte de su marido, sin nada que la ate y sin un suelo sólido que pisar, deja todo atrás y hace de una vieja furgoneta su nuevo hogar para llevar una vida nómada.
Una en la crisis de los 40: American Beauty (Sam Mendes, 1999)
American Beauty compone un hermoso relato sobre la felicidad, la falsedad, el éxito, la estructura familiar y la sociedad de consumo. Lester ha llegado al ecuador de su vida haciendo todo lo que hay que hacer, ha seguido letra por letra el guion de la clase media estadounidense y, como consecuencia, está atrapado en una rutina que le ahoga. Harto, tira alegremente su vida perfecta por la borda y empieza una carrera en busca de la verdadera belleza antes de que los años le pasen por delante.
Una trascendental: Soul (Pete Docter, 2020)
Quizá morirse sea llevar lo del cambio de rutina demasiado lejos, pero en Soul parece el método más efectivo para encontrar la chispa de lo que una vez fue tu vida. Tras un accidente con una alcantarilla, el alma de Joe debería dirigirse hacia el Más Allá, pero acaba llegando accidentalmente al Gran Antes. En el lugar donde las almas nacen y se preparan para encarnarse en el mundo, Joe choca con un alma que se niega a nacer, y a la que deberá ayudar a encontrar un propósito de vida.
Una de nidos vacíos: Viaje al cuarto de una madre (Celia Rico, 2018)
La ópera prima de Celia Rico es sencilla y descomunal, una película brillante y conmovedora sobre los huecos que dejan el apego y la distancia, y sobre encontrarse en ellos. Desde la muerte del que fuese padre y marido, Leonor y Estrella sólo se tienen la una a la otra. La joven Leonor necesita escapar de su pueblo y de la monotonía de su vida, pero no se atreve a decirle a Estrella su deseo de irse a Londres. Su madre no quiere que se vaya, pero tampoco quiere retenerla a su lado aunque no está preparada para vivir sola. Tras tomar una dura decisión, las dos deben aprender a navegar esa nueva vida.
Una de alta cuna: Princesa por sorpresa (Garry Marshall, 2001)
Basada en la novela The Princess Diaries de Meg Cabot, Princesa por sorpresa se ha convertido en una película de culto y un icono pop para toda una generación. Mia Thermopolis ya tiene bastante con intentar sobrevivir a la adolescencia en San Francisco, aunque sus amigos y su estrafalaria madre artista se lo ponen un poco más fácil. Su vida da un vuelco tras descubrir que es la única heredera al trono de Genovia, y su estricta abuela llega para convertir su camino a la realeza en un infierno de protocolo.
Una sobre hechos reales: Hacia rutas salvajes (Sean Penn, 2007)
¿Alguna vez has fantaseado con dejarlo todo y hacerte al monte fuera de cualquier civilización? Eso es lo que hace el protagonista de Hacia rutas salvajes, que adapta la novela homónima de Jon Krakauer basada en la vida de Christopher McCandless. Christopher, un estudiante ejemplar con una vida perfectamente encauzada, lo abandona todo (incluso su nombre) y pone rumbo a Alaska para intentar sobrevivir por sí mismo en la naturaleza salvaje y conectar verdaderamente con su humanidad y el significado de su vida.
¿Dónde puedes ver estas películas?
Nomadland (Disney+), American Beauty (HBO max), Soul (Disney+), Viaje al cuarto de una madre (Prime Video), Princesa por sorpresa (Disney+), Hacia rutas salvajes (Prime Video).
Me falta «Hacia rutas salvajes» y pinta muy bien.
Nomadland es de lo mejor que he visto en mi larga vida. Jeeee. Viaje al cuarto de una madre es brutal, me encantó. Gracias por el artículo.