¡Sangre! ¡Sexo! ¡Superpoderes! ¡Capitalismo voraz y ultraconservador! Aunque de brocha gorda, este es un resumen que define bastante bien la serie The Boys (Eric Kripke, 2019-), cuya tercera temporada hace un superhero landing en Prime Video mañana mismo.
Y es que es así, entre grandes signos de exclamación, como la serie se mueve entre el macarrismo extremo y la ausencia más absoluta de sutileza. La adaptación televisiva de los cómics de Garth Ennis que conquistó desde su primera temporada a espectadores de todo el mundo tiene bastantes puntos fuertes que merece la pena detallar. Así que, si aún estabas dudando entre verla o no, a continuación te dejamos algunas razones por las que, a lo mejor, te interesaría darle una oportunidad a The Boys. Sin spoilers, claro.
The Boys cuenta cómo un grupo de renegados y criminales intenta acabar con los superhéroes de Vought, una empresa que comercializa la imagen de superhumanos. Aunque los superhéroes cuentan con la aprobación del público, el grupo de Billy Carnicero, Hughie, Leche Materna y Frenchie (apodado The Boys) se dedica a darles caza con la esperanza de parar de una vez por todas las barbaridades que cometen en las sombras contra la gente de a pie.
Fatiga superheroica
Imagen promocional de la primera temporada de The Boys
Sin duda, el mayor acierto de The Boys es que va de frente. No he tenido la oportunidad de leer y analizar los cómics homónimos en los que se basa The Boys, pero sé que respondieron en su momento al mismo fenómeno que hoy vivimos en la ficción audiovisual: la presencia de superhéroes en todas partes.
Nuestras pantallas están llenas de capas, mallas y poderes cósmicos allá por donde miremos, normalmente con visiones bastante homogéneas. Es por eso que The Boys resulta tan refrescante, aun planteando una serie que, desde su concepto, cae en lo mismo que satiriza (la pelea constante entre buenos y malos): el paisaje que dibuja la ficción de Prime Video es oscuro, macabro y desesperanzador, sin llegar a alejarse nunca del humor negro.
Es un error pensar que, al satirizar los códigos del superheroico, The Boys sea una serie para gente que no disfruta de este tipo de ficción. Muy al contrario, cuenta su historia a la vez que retuerce a personajes y situaciones que ya conocemos, sacando de esta familiaridad una sensación de emoción reconfortante a la vez que novedosa.
Huyendo del heroísmo ingenuo
«Hay muchas, muchas películas sobre superhéroes. Y la sexualidad no existe para los superhéroes. Están castrados. Tienen un género desconocido, la aventura es lo importante».
Pedro Almodóvar
Imagen promocional de la segunda temporada de The Boys
Hay que estar muy seguro de lo que se habla para poder llevarle la contraria a Pedro Almodóvar en lo que a cine se refiere. Y es que no hace falta un análisis muy profundo de, pongamos, el cine de Marvel (ya sabéis, ese por el que hay que preguntarle a cualquier director o directora de renombre, sin importar el momento o la situación) para ver que las palabras del director manchego son más que ciertas.
Tampoco es que The Boys ponga una solución definitiva a este problema, pero nos permite echar un vistazo a un mundo en el que las hipotéticas “superpersonas” hicieran más caso a sus bajas pasiones de lo que estamos acostumbrados a ver. No me refiero con esto a simplemente ser egoísta o actuar mediante acciones envilecidas (como podría ser el caso de la Bruja Escarlata en Doctor Strange en el Multiverso de la locura —Sam Raimi, 2022—), sino a permitirse ser abiertamente malvado, oscuro o retorcido sin mayor justificación que, sencillamente, serlo. Como espectador, el ejemplo perfecto se da en la segunda temporada con (atención, minispoiler) el tórrido romance entre Patriota y Stormfront, que casi nos hace temblar de miedo al hacernos testigos de los horrores que comparte esta pareja de imparables superhumanos. La manera en la que su relación se basa en lo monstruoso y psicopático es, sin duda, uno de los aspectos más interesantes de la segunda temporada.
Fotograma de la segunda temporada de The Boys
Claro que, en este caso, son los superhéroes a quienes hay que pararles los pies. Los personajes principales de The Boys —Hughie, Carnicero, Frenchy y Leche Materna— siguen teniendo problemas más típicos de una ficción clásica, como la familia o el amor, pero el desarrollo de las bajezas morales de personajes como Patriota o Profundo (el caso de este es especialmente revelador) dibuja un universo rico, diverso e interesante, donde la ingenuidad no expulsa al macarrismo más violento y edgy.
¿Dónde puedes ver The Boys?
The Boys está disponible en Prime Video.