Agosto es, para muchos, el mes que más se hace de rogar de todo el año. Tras un invierno entero trabajando y un sprint final cruzando el julio más caluroso que se recuerda (hasta que lo supere el del año que viene), ya están aquí las ansiadas vacaciones de verano.
Estos días vemos cómo miles de personas migran hacia la costa en busca de sol y playa. En agosto hasta Madrid parece más agradable, porque tiene muchos menos madrileños. Es el mes de los castillos de arena, el de quedarse dormido viendo el Tour de Francia, el mes donde la decisión más importante del día se disputa entre Cornetto, Maxibon o Frigopie. Si el verano te entusiasma tanto como a nosotros seguro que te gustará alguna de estas pelis playeras que puedes ver mientras esperas las dos horas de digestión antes de volver a bañarte.
El triángulo de la tristeza (Ruben Östlund, 2022)
Tal vez te estés preguntando cómo es posible que hayamos adoptado un sistema donde sólo se puede disfrutar de la vida durante un mes de los doce que tiene el año; si es así Ruben Östlund tiene la respuesta que buscas. Una serie de desdichas lleva a los pasajeros de un crucero a la playa de Chiliadou, en la isla griega de Eubea, que le sirve al cineasta sueco para hacer una divertidísima crítica de la clase adinerada y el origen de sus privilegios.
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Disponible en Movistar+
De aquí a la eternidad (Fred Zinnemann, 1953)
Imposible olvidar esos amores de verano aunque ninguno de nosotros se haya dado un beso tan icónico como el de De aquí a la eternidad. Una pequeña cala al suroeste de O’ahu, en Hawái, da vida a una de las escenas más reconocibles de la historia del cine. Tanto es así que el lugar donde se rodó el beso entre Burt Lancaster y Deborah Kerr se rebautizó como Eternity Beach en honor a la película.
Disponible en Movistar+
Tiburón (Steven Spielberg, 1975)
La isla de Martha’s Vineyard, en Massachusetts, es escenario de fondo de una de esas películas que hay que ver todos los veranos. Considerada por muchos el primer blockbuster de Hollywood, Tiburón consigue envejecer como los mejores vinos al presentar el ya famoso dilema entre salvar vidas humanas o salvar la hostelería. Lo sentimos por Spielberg, pero antes de que su tiburón nos clave uno de sus colmillos preferimos que nos claven por un pintxo en la playa de La Concha.
Disponible en Prime Video, Filmin y Movistar+.
La playa de los ahogados (Gerardo Herrero, 2015)
La marea arrastra un cadáver a la playa de A Madorra, en la localidad pontevedresa de Nigrán, para dar comienzo a esta adaptación de la novela homónima de Domingo Villar. Un noir chandleriano que nos lleva por la extensísima costa gallega, hogar de algunas de las playas más espectaculares del mundo, para resolver un misterio tan complejo como su protagonista.
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Tiempo (M. Night Shyamalan, 2021)
La playa El Valle, situada entre dos montañas al norte de la costa de Samaná, en República Dominicana, es a simple vista un lugar idílico donde pasar tus vacaciones. Sin embargo, M. Night Shyamalan la convierte en uno de los escenarios más terroríficos y desconcertantes del cine reciente. Famoso por sus inteligentes giros en el último acto, el director de origen indio deja claro una vez más que no hay que fiarse ni del paisaje más cautivador.
Retrato de una mujer en llamas (Céline Sciamma, 2019)
Volvemos a hablar de romances veraniegos y nadie mejor para hacerlo que Céline Sciamma, una de las directoras más notables del cine europeo. Retrato de una mujer en llamas cuenta la historia de amor entre una artista y su modelo; este drama de época destaca por la expresividad y la belleza que transmite la playa francesa de Port Blanc, que hace que cada plano parezca sacado de una pintura del Romanticismo.
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Disponible en Prime Video.
Le llaman Bodhi (Kathryn Bigelow, 1991)
Unas vacaciones en la playa también pueden ser la ocasión perfecta para jugar a las palas, hacer kayak o aficionarse al surf para infiltrarse en una banda de atracadores de bancos que están poniendo en jaque a todo el FBI. Bueno, a lo mejor esta última sólo pasa en las pelis. La magia del cine es capaz de hacer que Cáceres parezca Desembarco del Rey o que una playa de California pueda imitar las olas australianas de Bells Beach que surfean Patrick Swayze y Keanu Reeves en este clásico de los noventa.
Los 400 golpes (François Truffaut, 1959)
Pero no nos gustaría tanto el verano si simplemente se tratara de sol y playa. El verano es el símbolo de la despreocupación, de la libertad, de la rebeldía, de… de… ¡de no ir al cole! Nadie ejemplifica mejor esto que el pequeño Antoine en Los 400 golpes, una obra contracultural hasta la médula. El viaje de este adolescente parisino nos lleva hasta la playa de Villers-sur-Mer para uno de los finales más emblemáticos de la Nouvelle Vague francesa.
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Dispobible en Prime Video, Filmin y Movistar+.
Me quedo con el broche final. Pecadorrrrr de la pradera.
Gracias por las recomendaciones.
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